Nuestra visita a Baviera fue un viaje combinado entre Núremberg y Múnich. En Núremberg estuvimos unos dos días y medio pero le sacamos mucho partido a nuestro tiempo.
Este año ha sido más fácil porque Alma, con cinco años y medio, ha aguantado casi diecinueve kilómetros al día como una campeona. Así que hemos podido recorrer las ciudades a buen ritmo.

Qué ver en Núremberg con niños
Núremberg nos parece una ciudad ideal para viajar con niños. El castillo, las calles de cuento, las estatuas, las fuentes, los museos, los parques… Todo parece pensado para hacer de este viaje una experiencia única para los más pequeños (y los no tan pequeños).
– Castillo Imperial (Kaiserburg)
Lo primero que visitamos y que nos dejó maravillados fue el Castillo Imperial (Kaiserburg). Cada dependencia del castillo tiene una exposición: vida en el castillo, coronas, arte, armaduras, armas, etcétera. Pero, sin duda, la atracción principal de este enclave 100% medieval es subir a la Sinwellturm y disfrutar de sus impresionantes vistas de la ciudad. Si vais a subir a la torre, tened en cuenta que es muy alta y que no hay ascensor, tenéis que subir por las escaleras. Juzgad bien si vuestros peques aguantarán el ascenso, aunque siempre podéis subirlos en brazos.

Otra atracción interesante es la demostración que tiene lugar en el Tiefer Brunnen, un pozo tremendamente profundo que data de 1300. Es una demostración curiosa pero si no habláis alemán os quedaréis como nosotros, que no nos enteramos de nada de lo que explicaron. El chico iba dando algunos datos en inglés pero sólo algunas cosas puntuales. Así que, si queréis saber más sobre la historia del Tiefer Brunnen, investigad antes de ir.
– Museo del Juguete (Spielzeugmuseum)
La visita imprescindible si viajáis con niños es el Museo del Juguete (Spielzeugmuseum). Se trata de uno de los museos de la historia del juguete más importantes del mundo. Tres plantas llenas de curiosidades y juguetes antiguos; un recorrido por el pasado a través de artículos infantiles de todas las épocas. Una oportunidad para mirar a la Historia con ojos de niño.
Es una visita muy interesante para toda la familia. El adulto puede observar cada objeto teniendo en cuenta la época a la que pertenece y el niño abre sus miras hacia otro tipo de juguetes y juegos más allá de las pantallitas, el plástico y los ruiditos de gran parte de los juguetes actuales.

Eso sí, los cartelitos explicativos están en alemán así que, si vais por el mundo con el inglés como nosotros, os perderéis las explicaciones. Una lástima.
Sin duda, el plato fuerte de esta visita se encuentra en la última planta. Los adultos se verán reflejados y reconocerán gran parte de los juguetes expuestos aquí en un recorrido por el s.XX con el colofón final de nuestra infancia más “ochenter”: He-Man, Atari, Barrio Sésamo, Barbie, Playmobil, Lego, Trolls (los viejunos, no los nuevos), Game Boy, etcétera. <<Éste lo tenía yo>> puede que fuera la frase que más repetimos delante de las vitrinas de la última planta.
Pero, el colofón final de este museo, y la mejor parte, es la sala en que podemos jugar (sí, claro, nosotros también). Playsets de Playmobil, cocinitas, supermercados, juegos de mesa, pinturas, un mini-piano, juegos de luces… todo en esta sala invita a jugar y a ver el mundo con ojos de niño. Lo difícil después es salir de ahí.
– Históricas Bodegas Excavadas en la Roca (Historische Felsengänge)
Fuimos a hacer esta visita porque aparece en todas las guías y recomendaciones de Núremberg. Sinceramente, aunque la visita es muy interesante y adentrarse en el mundo subterráneo de una ciudad siempre es algo curioso y atractivo, después de haber hecho el recorrido os lo recomendamos pero sólo si os sobra tiempo. Si vais a estar en la ciudad pocas horas o sólo un día, es una visita de la que podéis prescindir.
Como su propio nombre indica, se trata de unas bodegas excavadas en la roca que datan de 1380. Originalmente, se utilizaban para conservar y guardar la cerveza tostada. Durante la Segunda Guerra Mundial, estos pasadizos subterráneos sirvieron de refugio anti-aéreo y las oficinas y mandos para la defensa de la ciudad también se trasladaron aquí.

Como ya os comentamos en nuestro segundo vídeo de Núremberg, la parte que más captó nuestra atención de la visita fue la primera planta (subterránea) que era la que sirvió de búnker y refugio anti-aéreo durante la Segunda Guerra Mundial. A partir de ahí, el descenso es muy interesante y divertido para los más pequeños porque transcurre por escaleras y pasadizos muy estrechos que dan paso a galerías inmensas y laberínticas, pero hay poco más para ver. De hecho, si no fuera por las explicaciones del guía (de las que nosotros no entendíamos ni media palabra), no habría nada para ver más que roca y alguna que otra pantalla durante el recorrido.
Importante: si no habláis nada de alemán, coged sí o sí la audioguía que os ofrecen en el punto de encuentro donde empieza la visita. Todas las visitas son guiadas y todas son en alemán, excepto el domingo a las 11:30h que se hace una visita en inglés. Sobre todo si vais con niños, el hecho de tener que ir escuchando las explicaciones de la audioguía (en este caso era como un teléfono, sin auriculares) hará que estén concentrados y entretenidos; de no ser así, la visita se les puede hacer demasiado larga y tediosa. ¡Ah! Y llevad algo de ropa de abrigo, como en todo subterráneo, a medida que vamos bajando niveles bajan también las temperaturas y se incrementa la humedad (no hace falta que llevéis el anorak pero una manga larga y algo que os cubra las piernas, sí).
– Museo Nacional Alemán y Calle de los Derechos Humanos
Entramos en el Museo Nacional esperando que fuera interactivo y atractivo para la peque pero realmente parece poco pensado para los niños. Las vitrinas están muy altas y no hay botoncitos que apretar que es lo que más les gusta a los peques.
Esperábamos también encontrar mucha historia moderna pero nos encontramos con mucha historia medieval y religiosa.
De todas formas, el día que fuimos nosotros había una exposición temporal de vestidos de época que tuvo entretenida a Alma un rato. Guantes, tacones, corsés, faldones… Vaya, todo muy ponible.
Así que, lo que más juego nos dio para comentar algo de Historia reciente con Alma fue nuestro paso por la Calle de los Derechos Humanos. En esta calle donde se encuentra la entrada principal al Museo Nacional Alemán, encontramos veintinueve columnas, la pared de una casa y un árbol donde están escritos en treinta lenguas distintas cada uno de los treinta artículos que forman la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
– Casa Museo de Alberto Durero (Albrecht-Dürer-Haus)
Nosotros no entramos en la casa de Alberto Durero porque preferimos ir a visitar las Bodegas excavadas en la roca. Y a posteriori pensamos que posiblemente nos equivocamos en la elección.
Alberto Durero es el pintor más famoso de Alemania y su casa es un punto turístico obligado para todo visitante, aunque sólo sea para admirar su intrincada fachada. En la casa se pueden visitar las diferentes habitaciones ambientadas con mobiliario de la época y se puede disfrutar de una valiosa colección de copias de las obras de Durero.
Si tenéis suerte, podéis encontraros con una visita guiada realizada por una actriz que representa a Agnes, la esposa del pintor. Aunque imaginamos que las visitas también deben ser en alemán, así que, vosotros decidís si merece la pena la visita o no.
– Parque de los Sentidos (Erfahrungsfeld zur Entfaltung der Sinne)
Este fue nuestro pequeño fiasco particular. No miramos bien los horarios del parque y nos quedamos en la puerta, con las ganas y con la inconmensurable tarea de acompañar la decepción de la peque.
Este parque cuya descripción completa sería Jardín de Experiencias para el Despliegue de los Sentidos, se encuentra en los enormes jardines Wöhrder Wiese y se trata, como su propio nombre indica, de diferentes actividades y juegos donde los protagonistas son los sentidos y donde se pone a prueba la destreza de cada uno: circuitos para hacer descalzos, columpios, plataformas, péndulos, experimentación con texturas, agua, olores, viento, juegos de destreza visual, equilibrios… Vaya, un lugar ideal donde dar rienda suelta a los cuerpos.
Nosotros no planeamos suficientemente esta visita y por eso nos quedamos con las ganas, pero creemos que si vais a Núremberg con niños es imprescindible pasar por aquí.
– Patio de los Artesanos (Handwerkerhof Nürnberg)
Tiendas de juguetes artesanales, restaurantes típicos, cervecerías, el olor a Rostbratwurst y el encanto de una reproducción a tamaño real de un barrio medieval. Este rincón situado intramuros y muy cerca de la Estación Central de Núremberg lo tiene todo para ser un imprescindible en cualquier visita a esta ciudad medieval y tan pintoresca.

Núremberg, una ciudad de cuento
Cualquier cuento de los hermanos Grimm podría reproducirse en las calles y rincones de Núremberg. Así que, esta hermosa ciudad bien merece que dejéis el mapa en el bolsillo y os perdáis por sus calles y puentes. En cada rincón una foto: la Fuente Bonita en Haupmarkt (la Plaza del Mercado), la imponente fuente Ehekarussell (Carrusel del Matrimonio) cerca de la parada de Weisser Turm, las iglesias, las plazas, las avenidas, los puentes de madera, el puente suspendido por cadenas (Kettensteg), las fachadas, los parques, los mercados, las abejas… Núremberg es un regalo para los sentidos de toda la familia.
Núremberg Card
Durante nuestra estancia en Núremberg utilizamos la Núremberg Card y la recomendamos totalmente. Hay una Núremberg Card para niños que es gratuita de 0 a 5 años (siempre y cuando se adquiera conjuntamente una Núremberg Card de adulto de 28 €) y que tiene un coste de 5 € de 6 a 11 años.
No solemos hacer uso de estas tarjetas pero en el caso de Núremberg vale la pena porque está incluido el uso de todo el transporte público y, lo más atractivo, TODOS los museos y atracciones turísticas tanto de Núremberg como de Fürth. Así que no gastamos ni un euro para entrar a los museos ni a las cuevas.
Bonus track: Playmobil FunPark
Pues sí. Si vais a viajar a Núremberg con niños es casi obligado que planeéis escaparos un día a Playmobil FunPark que se encuentra en Zirndorf, una ciudad situada a apenas treinta minutos en tren. En la misma estación de Zirndorf podréis tomar un bus gratuito que os llevará directamente al parque en unos cinco minutos.

Por si no lo tenéis claro, nos os perdáis el vídeo sobre nuestro divertido día en Playmobil FunPark.
Nota: agradecemos a la oficina de turismo de Núremberg su atento servicio y todas las facilidades que nos ofrecieron.

There are 8 comments
Alemanía es un país que si te pones a conocerlo te sorprende en cada esquina. A mi de Nuremberg me encantó la calle de los derechos humanos. Volveré en un futuro si lleganlos niños 😉
¡Hola! Y si no llegan también jeje Es una ciudad encantadora. Tienes toda la razón, Alemania te sorprende, cada ciudad que hemos visitado es diferente. ¡Saludos y gracias por comentar! 🙂
Unas actividades divertidas tanto para niños como no tan niños. Qué se puede jugar en el museo de los juguetes ¡Es una pasada! Me hubiera quedado allí un rato largo…
¡Hola Kate! Realmente son actividades que se pueden hacer con niñ@s o no. Es una ciudad para toda la familia. Es una ciudad que si se esta por la zona es más que recomendable visitarla. ¡Saludos! 🙂
Justamente estaba empezando a investigar sobre esta ciudad y alrededores, para aprovechar que durante el invierno habrá vuelos directos desde la isla donde vivo. Así que este post me ha venido muy bien para apuntar algunos tips, aunque por ahora no tenga pensado viajar con niños. Pero nunca se sabe!! 🙂
¡Hola Mauxi! Seguramente en invierno sea la época más indicada para visitar esta zona. Sobre todo en época navideña, dicen que tiene uno de los mejores mercados navideños. ¡Saludos! 🙂
¡Hola familia!
Nosotros estuvimos en Nuremberg hace un par de años y nos gustó mucho! Nos dedicamos a ir a saco a los museos sobre el nazismo, y nos dejamos, como vemos, un montón de cosas por hacer. De hecho, de lo que hicisteis, solo coincidimos en la calle de los Derechos Humanos, que nos gustó mucho, más en una ciudad como Nuremberg.
La casa de Durero también la dejamos, y nos dio rabia en el momento, pero si decís que la visita quizá era en alemán ya nos quedamos más tranquilos.
Volveremos en algún momento, y si llegan los peques nos quedamos con vuestra ruta.
Un beso!
¡Hola! En otro momento de nuestra vida, probablemente nos hubiera pasado lo mismo. Nos encanta la historia y en especial todo lo relacionado con la IIGM, pero pensamos que de momento Alma es pequeña y se le haría muy cuesta arriba el tema. Así que nosotros también tenemos pensado volver… jejeje ¡Saludos! 🙂