¡Al fin os traemos la última parte de nuestra peculiar trilogía viajera!
Hace un tiempo ya os hablamos de nuestra experiencia sobre viajar con niños en avión y también en tren. Y ahora le toca el turno, como no podía ser de otra manera, a nuestra experiencia con el coche.
Que este post haya sido el último en llegar no es casual pero sí muy sencillo de explicar: Alma odiaba viajar en coche con todas sus fuerzas hasta hace muy poco. Hacer un trayecto en coche con ella de más de quince o veinte minutos era, simplemente, deporte de riesgo.
Por este motivo, gran parte de lo que os contemos hoy aquí estará basado en nuestra vivencia con una niña de entre 5 y 7 años que es la edad que tenía la peque en los dos viajes más “largos” que hemos hecho en coche.
Durante el post voy a referirme a “ti” como conductor/a pero, obviamente, me refiero a la o las personas que conducen y/o planifican el viaje. Dicho esto, ¡vamos al lío!
Por qué viajar en coche?
Nosotros somos animales de avión porque nos permite cubrir un trayecto mucho mayor en menos tiempo que el coche. Sin embargo, hay muchas razones que hacen de viajar en coche una experiencia muy ventajosa. Aquí os dejamos algunas:
- Sólo dependes de ti:
No tienes que andar con prisas por si pierdes el avión, el tren o lo que sea y ningún overbooking de última hora o cualquier otro imprevisto que escape a tu control puede tirar por la borda tus planes.
Lo único que necesitas es controlar con antelación que tu coche esté en perfectas condiciones para cubrir el trayecto que vas a realizar, preparar todo aquello que sabes que vas a necesitar, asegurarte de que todos vais al baño antes de salir, ponerte al volante y ¡en marcha!
Y, además, puedes volver a casa a buscar el cargador que te has dejado o el snack favorito de tu peque o su peluche de la suerte o lo que sea, tantas veces como quieras.
- Barra libre de equipaje:
Eres tú (o la capacidad de tu maletero) quien decide lo que es exceso de equipaje y lo que no.
Este punto, sobre todo cuando viajamos con criaturas, es importante. Nunca nos parecen suficientes “por si acasos” en la maleta. Por no hablar de todos los extras de entretenimiento que podemos llevar.
- Libertad de movimiento:
Tus planes e itinerarios de viaje pueden cambiar a tu antojo durante el camino.
Quizá habías planeado quedarte tres días en una misma ciudad y al llegar te has dado cuenta de que con un día o dos tienes más que suficiente para darle la vuelta como un calcetín.
Viajando en coche no tendrás la sensación de haber “malgastado” un día de tu viaje porque podrás sentarte al volante y acercarte a descubrir ciudades o pueblos cercanos en apenas unos minutos.
Esto siempre es una gran oportunidad; muchas veces descubrimos los mejores planes o lugares cuando nos apartamos del itinerario marcado. Nosotros vivimos una de las experiencias que recordamos con más cariño en el Castillo de Peñíscola justo por desviarnos del camino de forma improvisada.
- Comodidad familiar:
Cada familia es un mundo y, si me hubierais preguntado hace unos años sobre la comodidad que suponía viajar en coche, os habría respondido que comodidad, peques y coche no podían ir en la misma frase. Jamás.
Pero la realidad es que, así como hay bebés que lo de estar atados en una silla fuera de los brazos de papá o mamá lo viven casi como un abandono y te lo hacen saber (y creedme que no exagero ni un pelo… los que lo habéis vivido o lo vivís sabéis de lo que hablo), hay otros bebés que en cuanto ponen el culo en la silla entran en un trance profundo del que no salen hasta que el coche se detiene (os prometo que haberlos, haylos).
Por eso, esta cuestión de la comodidad irá muy determinada por el tipo de bebé o el tipo de familia que tengáis.
Pero, a lo que iba – que me enrollo -, si sois de los que le habéis pillado el punto a eso de viajar en coche, hay gadgets que pueden hacer que el viaje sea bastante cómodo para los peques y, en consecuencia, también para los adultos. Podéis hacer que, sin dejar de crear un espacio seguro, el asiento de atrás se convierta en algo muy parecido al sofá de casa. Pero esto lo ampliaremos más adelante.
- Planificación:
Está claro que, viajando en coche, tú decides en cuánto tiempo quieres cubrir el trayecto, cuántas paradas cortas y/o largas quieres hacer, cuándo y dónde vas a parar a comer, etcétera.
No está menos claro que, viajando con peques, puedes verte en la necesidad de parar veinte veces más de lo previsto y que llegues a tu lugar de destino unas cuantas horas más tarde de lo que querías. Pero por eso es importante que dentro de tu planificación incluyas un apartado de “si nada sale como había previsto también entra en los planes y no pasa nada”.
Cuestión de seguridad
A la hora de viajar en coche hay que tener muy en cuenta el tema de la seguridad. Por supuesto, lo ideal sería que el coche pasara una revisión completa antes de viajar pero, además, cuando hablamos de viajar con peques hay que estar atentos y cumplir algunas condiciones.
- Sistema de retención infantil
Ya no sólo porque lo mande la ley sino porque es nuestra responsabilidad como padres que nuestros hijos viajen seguros, nuestros peques deben viajar siempre en sus respectivos sistemas de retención infantil (SRI).
– A contramarcha: en la medida de lo posible, lo ideal y lo que se ha demostrado que es más seguro, es que los peques viajen el máximo tiempo posible a contramarcha.
Por ley, deben viajar a contramarcha hasta los 9 kg (aproximadamente un año) pero lo ideal sería que lo hicieran, por lo menos, hasta los cuatro años.
Como nosotros no somos expertos en el tema y nos parece demasiado serio como para andar repartiendo información imprecisa, si queréis saber más sobre por qué deberían viajar a contramarcha el mayor tiempo posible no dejéis de visitar acontramarcha.com.
– Sillas de segunda mano: sabemos que no todos tenemos el mismo poder adquisitivo y que no todos tenemos las mismas prioridades ni vamos a hacer el mismo uso de un mismo producto pero es importante decir que está totalmente desaconsejado (por resultar peligroso) utilizar sistemas de retención infantil de segunda mano para cualquier tipo de uso (distancias cortas o largas).
– La silla adecuada: cuando nuestros hijos ya no necesiten viajar a contramarcha es también muy importante que elijamos la silla o el elevador que mejor corresponda a su peso y estatura.
– Ojo con los proyectiles: esto es algo que me obsesiona desde el primer día. En nuestro caso, la silla de Alma siempre tiene que ir detrás de mi asiento porque es el que está más echado hacia delante (soy la bajita de casa) y, da la casualidad, de que la mayoría de las veces la conductora soy yo. Por eso soy muy pesada con que no se le caiga nada al suelo que pueda rodar hacia adelante y meterse peligrosamente bajo alguno de los pedales. En serio, puede parecer una exageración pero es tremendamente peligroso.
– En el coche, chaquetas fuera: este punto es muy importante y con el que más solemos hacer la vista gorda. Es MUY peligroso viajar con el abrigo puesto, tanto para nuestros peques como para nosotros. Así que, echad una mantita al asiento de atrás y poned la calefacción a tope un rato pero lo primero que hay que hacer antes de subir al coche es: chaquetas fuera.
- Niños tranquilos, conductor tranquilo
Sobre todo cuando viajamos con bebés, puede ser muy estresante que lloren o estén muy inquietos. Es lógico, son nuestros hijos y queremos que estén bien y no nos estresamos porque nos enfade que se quejen sino porque nos preocupa que les esté pasando algo y no los podamos atender.
Por ello, en la medida de lo posible, es recomendable que un adulto viaje con el bebé en el asiento de atrás. Bebé tranquilo, conductor tranquilo.
La de veces que fui yo con la columna vertebral en rompan filas mientras le daba el pecho para calmarla… en un trayecto de diez minutos. Y la de veces que Tomás fue intentado distraerla, con lo que se marea el pobre yendo en coche.
Si no es posible que un adulto acompañe al bebé, es muy interesante la opción de colocar un retrovisor en el asiento de atrás para poder tener controlado al peque desde los asientos delanteros.
Y cuando nuestros hijos son más mayores, amigas y amigos, toca darle a la imaginación y a la paciencia.
Comodidad y entretenimiento
- Factores externos
– Viajar de noche: esta es una opción que recomiendan en todas partes y que, por supuesto, creemos que es fantástica porque cuando los niños duermen… no hay niños. Pero si sois de los que no les gusta conducir de noche u os da una sensación de menos seguridad, como a mí, esta opción no os satisfará demasiado.
– Evitar las horas centrales del día: salir muy temprano o de madrugada es la opción que a nosotros más nos funciona. Alma nunca se vuelve a dormir en el coche pero es cuando está menos activa y eso nos da un margen de algunas horas hasta que empieza a dolerle todo. Todo.
Otro buen momento para empezar el viaje es a última hora de la tarde cuando el sol empieza a caer. Pueden pasar dos cosas: que estén muy cansados y caigan redondos en poco rato o que estén muy cansados, no se puedan dormir y vuestro coche se convierta en un infierno. Pero, amigos, ¡la vida es para los valientes!
No consideramos buena opción viajar al mediodía porque es la franja en la que, generalmente, más activos están y cuando más hambre tienen, y viajar en coche con la tripa llena no suele ser un buen negocio.
- Dentro del coche
No hace falta decir que todo lo que no sea imprescindible para sobrevivir al trayecto debe ir en el maletero. Y todo lo que vayamos a llevar para amenizar el viaje tenemos que ponerlo de la forma más segura posible (nada que pueda salir volando en caso de frenazo o colisión) y a mano del adulto encargado de bregar con el asiento de atrás.
Cuando nuestros hijos son más mayores debemos hacerles partícipes de la preparación del viaje y, sobre todo, de las normas de seguridad que debemos cumplir durante el trayecto. Ellos lo entienden todo y toman sus responsabilidades con gusto.
Una vez dicho esto, aquí os dejamos algunos de los gadgets que a nosotros nos facilitan la vida cuando viajamos en coche:
– Parasol: desde que Alma nació teníamos pendiente la compra de unos buenos parasoles para el coche. Compramos unos de Star Wars que nos parecieron muy chulos pero apenas tapaban el sol y las ventosas de sujeción se caían constantemente; por no hablar de que, si estaban puestos, no podíamos bajar las ventanillas.
Pero, hace unos días, descubrimos unos parasoles que son absolutamente perfectos: los Car Shade® distribuidos en España por ICC Tunning.
Estos parasoles se hacen a medida para cada modelo de coche, por lo que el acople es perfecto y cubren todo el cristal; es prácticamente como llevar los cristales tintados. Son muy fáciles y rápidos de colocar y no se mueven ni se caen.
Una de las grandes ventajas es que se pueden bajar las ventanillas sin perder el confort que ofrecen los parasoles y evitando así que pueda entrar o salir cualquier objeto del vehículo (cosa que cuando tenemos niños pequeños es más habitual de lo que podría parecer).
Al evitar la entrada del sol, ayudan a mantener la temperatura del interior del vehículo y tapan lo suficiente para mantener la privacidad ante miradas ajenas. Consideramos que se trata de una inversión que merece mucho la pena porque el confort que se gana justifica con creces el gasto, sobre todo cuando tenemos niños pequeños. Si estos parasoles no existieran, tendrían que inventarlos.
– Reposapiés: en nuestro primer viaje largo, nos dimos cuenta que la mayor incomodidad para Alma era que le colgaban las piernas. Durante un rato apoyaba los pies en el asiento, después se sentaba con las piernas cruzadas pero le resultaba muy incómodo. Así que, mientras preparábamos nuestro segundo viaje en coche, lo primero que hicimos fue buscar una solución a este problema. Y la encontramos.
Compramos un reposapiés inflable que es una de las mejores compras que hemos hecho en mucho tiempo. Puede ponerse a diferentes alturas y al no inflarlo del todo se puede adaptar al espacio que queda entre el asiento de delante y el de atrás.
Además, como Alma va sentada siempre detrás de mi asiento, cuando soy yo quien conduce voy más tranquila con el reposapiés puesto porque sé que nada de lo que se le pueda caer irá a parar bajo mis pies.
– Soporte para tablet: es muy sencillo de colocar y cuando ya están cansados de todo son una buena opción para que se pongan una peli y se concentren en un punto sin ir mirando hacia abajo. Dicen por ahí que hasta se duermen… gente con suerte.
– Mesita: estas mesitas nos gustan mucho porque le permiten a Alma ser bastante autónoma a la hora de entretenerse pero sí es cierto que es una fuente de proyectiles. Estas mesas son muy útiles pero hay que concienciar mucho a los peques de que todo lo que no usen tiene que estar colocado en su sitio para que no salga volando.
– Actividades: nosotros no escatimamos y solemos llevar de todo aunque sabemos que la mitad de las cosas no las va a usar. Llevamos libretas, bolígrafos, folios, colores, libros de pasatiempos y, por supuesto, la tablet.
Si vuestros peques se marean seguramente sea una mala idea llenarlos de actividades visuales, así que lo más útil (si no consiguen dormirse) es entretenerlos por el oído: música, veo-veo, sumar matrículas, etcétera.
Todos hemos dicho eso de que no les daríamos la tablet para entretenerse pero, no nos engañemos, los gadgets tecnológicos forman parte de su realidad y hay gran cantidad de aplicaciones interesantes y sanas para los peques, por no hablar de poder llenar la tablet con sus pelis y su música favoritas.
Y, por supuesto, siempre hay que llevar algo para picotear y mucha agua. Nosotros solemos llevar una bolsa de rafia y estas son algunas de las cosas que no nos pueden faltar:
– Agua: en casa no bebemos otra cosa y los zumos son algo muy puntual que, la verdad, no llevamos a los viajes. Además, no me comparéis un derrame de agua en el asiento con un derrame de zumo… el disgusto no es el mismo.
– Bocadillos: no somos de parar en restaurantes, no llevamos bien las pérdidas de tiempo. Así que para comer solemos preparar bocadillos. Y si vamos a pasar muchas horas viajando, preparamos también algunos para merendar.
– Snacks: fruta, palitos de pipas, mini-fuets, palitos de chocolate… las posibilidades son infinitas pero lo que intentamos es que no sean cosas de difícil digestión o muy pesadas para el estómago.
Los frutos secos son mi snack favorito y por eso siempre los llevo en el bolso cuando viajamos pero nunca se los doy a Alma en el coche. Más allá de que ya sea lo suficientemente mayor para gestionarlos bien, pueden ser muy traicioneros y yendo los dos en los asientos delanteros no tenemos margen de maniobra; y en casos de asfixia el tiempo es vital. Así que, personalmente, desaconsejo los frutos secos en el coche.
El mejor consejo
Cada familia es un mundo y tiene un ritmo propio. Por eso creemos que el mejor consejo que se puede dar a alguien que se está planteando viajar con niños en coche es: la planificación es importante pero hay que estar abierto a la improvisación y a los contratiempos.
Lo importante no es llegar pronto sino llegar bien. Y con esto no nos referimos sólo a llegar sanos y salvos sino a llegar bien entre nosotros, sin reproches ni enfados. Los viajes son para disfrutarlos no para sufrirlos.
En nuestro primer viaje “largo” en coche Alma tenía unos 18 meses, fue un viaje de apenas hora y media y, aunque guardo un recuerdo muy bueno de esa escapada, el trayecto fue un auténtico via crucis; tanto que tardamos algunos años en volver a atrevernos a viajar por carretera.
¿Cómo fue vuestra primera experiencia familiar en coche? ¿Un éxito o un drama?
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🔗 VIAJAR CON NIÑOS EN…
There are 8 comments
Viajar en coche me relaja muchísimo, y disfruto mucho. No tengo niños, así que no he vivido nunca la experiencia de viajar en coche con niños. Imagino lo estresante que puede llegar a ser. Recuerdo cuando yo era niña y viajábamos con toda la familia en coche. La verdad que lo pasaba peor en los viajes cortos que en los largos. En estos me solía quedar dormida, así que no me enteraba mucho del tiempo que pasaba..
Viajar en coche, con o sin niños, es una aventura muy recomendable y, a pesar de las edades de los viajeros siempre hay que tomar precauciones para evitar pequeños inconvenientes que puedan poner en riesgo la seguridad del viaje.
¡Hola María!
La clave está en encontrar facilidades para todos y la máxima comodidad para que los viajes sean amenos. Somos novatos todavía en esto de viajar en coche pero vamos mejorando 😉
Un abrazo
Esta claro que muchas veces nos decantamos por la via mas rápido olvidandonos de que el coche tiene muchas ventajas como las que comentas en este post. Yo soy de los que coge el coche para todo y sin duda seguiré haciéndolo!!
¡Hola Nacho!
Nosotros intentamos utilizarlo lo menos posible para cualquier distancia que podamos cubrir a pie. Pero, la verdad, es que la libertad de movimientos que te da el coche a la hora de viajar es estupenda.
Un abrazo 🙂
Sin duda que viajar en coche te da muchísima libertad en cuanto a horarios, equipaje, itinerario, etc. Hasta puedes cambiar de rumbo y no pasa nada porque no pierdes boletos de avión, tren o bus. Mientras se pueda viajar en coche es una buena opción. Gracias por los datos técnicos y las ideas de actividades para los chicos,
¡Hola Leidy!
Poco a poco le vamos tomando el gustillo a lo de viajar en coche y este año no nos va a quedar más remedio. Así que, ampliaremos experiencia.
Un abrazo 🙂
¡Muy buen post! Tener tu vehículo propio te da mucha libertad a la hora de viajar con tu familia y poder ir donde queráis. No todo el mundo pueden permitirse invertir en un coche nuevo, por tanto, lo mejor en estas ocasiones es buscar un coche de segunda mano que esté en buen estado y económicamente sea asequible.
¡Hola!
Gracias por tu comentario.
Un saludo 🙂