Rabat es conocida por ser la capital del Reino de Marruecos. En nuestro caso, la información que teníamos era bastante escasa y nos presentaba una ciudad poco agradable visualmente y en la que predominaban, sobre todo, edificios gubernamentales.
Sin embargo, Rabat fue la gran sorpresa de nuestro viaje por Marruecos. Nos encontramos con una ciudad que vive entre la tradición y la modernidad, bastante ordenada y con gente muy agradable.
Por eso, nos gustaría descubrirte algunos de sus principales atractivos por si estás a punto de visitar la capital marroquí.
1. Medina
Rodeada por una muralla de más de 5 kilómetros, la Medina de Rabat atrapa al visitante entre sus laberínticas calles.
Quizá su tamaño no destaque tanto como las Medinas de ciudades como Marrakech o Fez, pero si se ve mucho más ordenada y sin tanto ajetreo. Es un sitio ideal para realizar alguna compra en sus múltiples Zocos, hacer una parada para comer o simplemente tomar algo en uno de sus numerosos cafés.
Esta medina, lejos de ser tan turística como la de otras grandes ciudades, conserva todo el encanto del día a día.
2. Kasbah des Oudaïas
Levantada sobre la anterior alcazaba almorávide, a partir del siglo XII se fortificó como palacio y fortaleza militar. Esta Kasbah ha sufrido varias rehabilitaciones durante las últimas décadas hasta convertirse en una pequeña “ciudad” dentro de Rabat. Calles estrechas y laberínticas, casas pintadas de color azul y blanco y, como colofón, un mirador con vistas increíbles al océano Atlántico.
En el año 2012 fue proclamada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
3. Jardines Andaluces
A los pies de la Kasbah des Oudaïas se encuentran los Jardines Andaluces. Aunque predomine la estética Andalusí, realmente estos jardines fueron diseñados por un paisajista francés.
Un entorno de paz formado por estanques y fuentes donde el agua es la protagonista. Ideal para pasear o simplemente sentarse en un rincón y relajarse.
4. Torre de Hassan
El sultán almohade Yaqub al-Mansur quiso construir en su día la mezquita más grande del mundo. Sin embargo, luego de su muerte en 1199, las obras fueron abandonadas y el minarete que debía medir 60 metros se quedó en 44. Ahora, donde debió levantarse la mayor mezquita conocida, encontramos un bosque de columnas de piedra coronados por la torre a medio terminar y, aunque parezca mentira, tiene el encanto de lo que pudo ser y no fue.
La torre nos recuerda mucho, por su parecido estético, a la Koutoubia de Marrakech o la Giralda de Sevilla, no en vano se considera hermanas a las tres torres. Es, sin lugar a dudas, el monumento más simbólico de la ciudad, el que goza de mejores vistas y seguramente el más visitado. La entrada al recinto es gratuita.
5. Mausoleo de Mohammed V
Junto a la Torre de Hassan, en la misma explanada donde debía ubicarse la mezquita, se construyó también el mausoleo de Mohammed V, primer rey del Marruecos independiente. En él se encuentran enterrados también sus hijos Hasán II y Mulay Abdellah.
El lugar de su construcción tiene una carga histórica muy grande ya que está levantando sobre el mismo punto desde donde Mohammed V proclamó la independencia de Marruecos en 1955.
6. Avenida Mohammed V
A principios del siglo XX los franceses crearon la Ville Nouvelle, zona en la que construyeron principalmente edificios institucionales.
Es claramente la zona con la arquitectura más actual de la ciudad y es aquí donde se aprecia el mayor contraste entre tradición y modernidad.
La arteria principal de la Ville Nouvelle es la Avenida Mohammed V donde, además de tiendas, también nos podemos encontrar con la sede del Parlamento, el Banco de Marruecos o la estación de ferrocarril.
7. Muelle del Bu Regreg
El río Bu Regreg desemboca en el océano Atlántico y crea una frontera natural entre Rabat y Salé. Paseando por el muelle, tanto de un lado como del otro, se pueden apreciar unas vistas impresionantes. Sobre todo al atardecer.
En nuestro paso por Rabat, en agosto, había situada en la orilla una feria (no sabemos si es permanente) donde tanto la peque como nosotros estuvimos disfrutando de los juegos, de las vistas, del ambiente y de la comida.
8. Necrópolis de Chellah
Se trata de un antiguo complejo romano, medieval y necrópolis. Se encuentra en el emplazamiento de la antigua ciudad de Salé, a sólo 2 km del centro de la ciudad.
A nosotros no nos dio tiempo a realizar esta visita por lo que nos queda pendiente para la próxima. Siempre hay alguna excusa para volver a los lugares bonitos.
9. Gastronomía
Este apartado es general para todo Marruecos: platos elaborados, abundantes y deliciosos.
Como recomendaciones, y cayendo en los tópicos, no puedes irte sin probar el cuscús, el Tajín (en cualquiera de sus versiones) o la harira (sopa tradicional). Pero no nos hagas mucho caso y prueba a tu gusto.
Por cierto, tampoco dejes de tomarte un té (cualquiera de ellos) y acompañarlo de una de las deliciosas pastas típicas.
10. Salé
A la otra orilla del rio Bu Regreg se encuentra la vecina Salé.
El contraste entre ciudades es bastante notable ya que, mientras Rabat se ha ido modernizando, en Salé parece haberse detenido el tiempo. Esta ciudad está rodeada por murallas del siglo XIII (en algunos tramos muy bien conservadas) y cuenta con 7 puertas de acceso. Te recomendamos que entres por la más famosa: la Bab Mrisa.
Nosotros realizamos una breve visita porque, en nuestro caso, cruzamos a Salé para visitar el parque de atracciones Magic Park.
¿Dónde dormir en Rabat?
Nosotros nos alojamos en el Hotel des Oudaias, un hotel “europeizado” con aires de Riad. El alojamiento está ubicado justo en las puertas de la Medina, a tan sólo 5 minutos andando del mar y a pocos pasos de la Kasbah. Tiene wi-fi gratuito y desayuno incluido que se toma en la terraza situada en la última planta del hotel con unas vistas de la ciudad espectaculares. Como curiosidad, cada día reponían en la habitación agua, zumos, tés y cafés de cortesía sin coste alguno. 2 noches 140€ (8.5 Booking)
Si quieres saber dónde dormimos en nuestro viaje por Marruecos te recomendamos que leas nuestro post: Dónde dormir en Marruecos.
¿Y si nos ponemos enfermos?
Marruecos es un país seguro y agradable para viajar en familia pero puede ser interesante contratar un seguro de viaje familiar para que, en caso de que surja algún problema médico o tengamos algún accidente, podamos tener la tranquilidad de ser atendidos en los mejores centros y en nuestro mismo idioma sin tener que preocuparnos por los gastos médicos generados, pérdidas de tiempo u otras complicaciones. Y eso, cuando viajamos en familia, se agradece.
Sin duda, Rabat es uno de esos destinos que no se enfatizan en las guías de viajes pero que están llenos de encanto y experiencias gratificantes. Si visitáis Marruecos, no paséis de largo y saboread su capital.
There are 6 comments
Hola familia,
Qué buenos recuerdos me ha traído leeros. Estuvimos en Rabat hace unos años, en nuestros segundo viaje por Marruecos y me pareció una agradable ciudad. ¡Geniales vuestras recomendaciones! Lo que más me gustó fue la escapada a Salé. ¡Ganas de volver!
Un saludo,
¡Hola Maru! A nosotros fue la ciudad que más nos sorprendió de Marruecos, quizá por las pocas expectativas que teníamos de ella. Tenemos muchas ganas de volver a Marruecos. ¡Saludos! 🙂
Precioso el recorrido. LA verdad es que visitamos la ciudad hace ya más de 15 años, de manera que no la recuerdo mucho. Si que recuerdo la Torre de Hassan y el Mausoleo, así como la Kasbah des Oudaïas, que quiza´es lo más significativo. Probablemente no le dedicamos el tiempo que merecía, porque estuvimos solo unas pocas hras y no nos alojamos tan siquiera una noche en Rabat. Deberemos regresar a Marruecos.
¡Hola Jordi! ¿15 años? Ya va tocando volver, imagino que en este tiempo algunas cosas ha cambiado, intenta pasar más de una día, es una ciudad que tiene bastante para ofrecer. ¡Saludos! 🙂
Rabat está entre mis pendientes en Marruecos, nunca me ha llamado especialmente la atención porque la situó entre los lugares modernos del país vecino, cosa que vuestro comentarios confirmáis. Sin embargo creo que viendo ese puñado de cosa que ver en la capital marroquí habrá que darle una oportunidad, y cuando vea la parte moderna de la ciudad, cruzar el río y visitar Salé y así empaparme también un poquito de ese ambiente antiguo que tiene Marruecos.
Un saludo y feliz domingo.
¡Hola Kris! Es verdad que de las ciudades que visitamos de Marruecos, es quizás la más moderna, pero aun (afortunadamente) mantiene mucho de la vida tradicional. ¡Saludos! 🙂