El Camino de Santiago, una ruta que ha atraído a peregrinos y viajeros de todo el mundo durante siglos, ofrece una experiencia única llena de desafíos, descubrimientos y encuentros inolvidables. En este post, te invitamos a un viaje a través de la ruta que va desde Sarria hasta Santiago de Compostela, un tramo que hemos tenido el privilegio de recorrer en familia en dos ocasiones. Y no hay dos sin tres.
Nuestro relato no solo se centrará en los detalles prácticos del camino, sino en cómo lo vivimos, las lecciones que aprendimos y los momentos memorables que compartimos. Acompañando cada etapa, encontrarás vídeos que capturan nuestra experiencia en tiempo real, ofreciéndote una visión más completa de lo que implica el Camino.
Desde los primeros pasos en Sarria hasta la emocionante llegada a la majestuosa Catedral de Santiago, te llevaremos a lo largo de cada etapa, te contaremos anécdotas, desafíos y alegrías, y te ofreceremos consejos basados en nuestra experiencia personal.
Prepárate para sumergirte en esta travesía única donde la naturaleza, la cultura y, sobre todo, la unión familiar se entrelazan en el Camino de Santiago.
¡Bienvenidos a nuestra aventura!
🚘 Llegada a Sarria
Hay diferentes formas de llegar a Sarria, aunque no se puede decir que sea fácil. Las más populares son el bus y el coche particular, pero también se puede llegar en tren. Si quieres estudiar cuál es la mejor opción para ti, te dejamos toda la información necesaria en este post.
En las dos ocasiones que hemos hecho el Camino, elegimos llegar a Sarria con nuestro coche. Lo que hicimos fue dejarlo (bien) aparcado en la calle y, una vez llegados a Santiago, tomar el bus (el único que hay directo) para volver a Sarria. Recomendamos comprar el billete con antelación para evitar colas en las taquillas, pero es importante recalcar que, aunque sólo hay un horario de salida de este autobús, salen varios buses hasta cumplir la demanda de viajeros.
🛏️ Albergue en Sarria: Alma do Camiño
🥾 1️ª etapa: Sarria – Portomarín
→ 22 kilómetros
A las 07:45h, con las primeras luces, comenzamos nuestra emocionante jornada.
Al abandonar el casco antiguo de Sarria, fuimos inmediatamente envueltos por la atmósfera mágica del Camino de Santiago. Las construcciones de piedra centenarias, las panorámicas impresionantes y la exuberante naturaleza nos dieron la bienvenida con los brazos abiertos.
Así comenzó nuestro viaje, maravillándonos con todo lo que nos rodeaba.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que el Camino nos presentara su primer desafío.
En medio de una espesa niebla, cruzamos el puente de A Áspera y, después de caminar un kilómetro en paralelo a las vías del tren, nos encontramos al pie de la cuesta más empinada de la etapa. Una vez superado este primer obstáculo, el resto de la travesía se volvió más llevadero.
El tramo restante hasta Portomarín se caracteriza por su simplicidad, con una distancia razonable y pendientes suaves. No obstante, es importante mencionar que las intensas lluvias y la acumulación de barro en los senderos de tierra pueden dificultar algunos segmentos del camino. Afortunadamente, este año nos libramos de las lluvias, aunque el año pasado no corrimos con la misma suerte.
Como dato curioso, en esta etapa nos encontramos con el hito que señala los últimos 100 kilómetros hasta Santiago. Para nosotros, que apenas habíamos recorrido 14 kilómetros desde el inicio, este punto no tenía un gran significado, pero imaginamos que para aquellos peregrinos que ya llevaban cientos de kilómetros a sus espaldas, este momento debió de ser una fuente de inmensa emoción y motivación.
A sólo 2 kilómetros de llegar a Portomarín, el camino se bifurca. Se dice que, si llegas un poco fastidiado (especialmente de las rodillas), debes tomar el camino de la derecha (Secundario). Mientras que, si te sientes en buena forma, puedes optar por el camino de la izquierda (Histórico).
El año pasado elegimos el camino de la derecha, pero esta vez nos decidimos por el de la izquierda. La distancia es prácticamente la misma, pero el camino de la izquierda cuenta con una bajada pronunciada entre rocas. Aunque a nosotros no nos resultó complicado, es algo a tener en cuenta si tienes movilidad limitada.
Y dado que en esta ocasión nos libramos de la intensa lluvia, tuvimos la oportunidad de recrearnos a la hora de cruzar el puente que se alza sobre el embalse de Belesar. Después de hacer sonar la Campana de la Libertad, nos tomamos nuestro tiempo para admirar su arquitectura imponente y subir las escaleras de piedra que marcan el final de la etapa.
En total, la primera etapa de nuestro viaje nos llevó alrededor de 6 horas.
🛏️ Albergue en Portomarín: Pons Minea
🥾 2ª etapa: Portomarín – Palas de Rei
→ 25,5 kilómetros
Nuestra jornada comenzó a las 7:40 h., con el estómago lleno y los ánimos renovados. Al igual que en la etapa anterior, nos recibió una densa niebla y nos enfrentamos a una cuesta bastante extensa y empinada desde el principio.
En los primeros 8 kilómetros (aproximadamente) no encontrarás ningún tipo de establecimiento, ya sean albergues, bares o incluso viviendas. Por lo tanto, recomendamos comenzar esta etapa con un abundante desayuno que te brinde la energía necesaria. Además, es esencial hacer una parada en el lavabo antes de salir. Si decides recurrir a la naturaleza durante la etapa, recuerda no dejar rastro y recoger cualquier papel que puedas usar.
En esta etapa, te toparás con el Castro de Castromaior, uno de los yacimientos arqueológicos más destacados de la Edad del Hierro en el Noroeste de la Península Ibérica. En nuestro vídeo explicamos cómo visitarlo para evitar cometer el mismo error que nosotros y no hacer kilómetros innecesarios.
Aunque normalmente no ofrecemos recomendaciones gastronómicas, queremos destacar que la Taberna do Camiño, cerca de O Hospital, es un lugar que consideramos una parada obligatoria para probar una de las mejores tortillas de patata que hemos tenido la suerte de saborear. ¡50 huevos!
Unos kilómetros más adelante, llegarás a la pequeña localidad de Vendas de Narón, donde podrás visitar la Capilla da Madalena. Aquí, descubrimos fascinantes detalles sobre el pasado templario de la región, una experiencia cultural enriquecedora que cautivó especialmente a Alma, quien quedó profundamente impresionada por la historia del lugar.
En nuestra segunda ocasión en esta etapa, volvimos a encontrarla particularmente desafiante. Durante la primera mitad del recorrido, caminamos por senderos que transcurren paralelos a la carretera, lo que nos llevó a enfrentar largos tramos de asfalto. Para complicar las cosas, al llegar al primer letrero que anuncia la proximidad de Palas de Rei, descubrimos que aún quedaban alrededor de 3 kilómetros por recorrer, lo que generó la sensación de no llegar nunca.
La etapa nos llevó aproximadamente 6 horas y media en total. A pesar de los desafíos, esta experiencia nos brindó valiosas lecciones y momentos que enriquecieron nuestro viaje en el Camino de Santiago.
🛏️ Albergue en Palas de Rei: Zendoira
🥾 3ª etapa: Palas de Rei – Arzúa
→ 27,5 kilómetros
Empezamos el día a las 7:45 h. En nuestro primer Camino sentimos algo de incertidumbre por tratarse de la etapa más larga, pero lo cierto es que se nos hizo más liviana y nos resultó a todos más fácil que la anterior, a pesar del cansancio que ya íbamos acumulando. Y en este segundo Camino tuvimos las mismas sensaciones. Sin duda es la etapa que más disfrutamos.
Es importante aclarar que, aunque la mayoría de los peregrinos realizan esta etapa desde Palas de Rei hasta Arzúa, nosotros pasamos la noche en Ribadiso da Baixo, una encantadora aldea tranquila que pertenece al municipio de Arzúa y se encuentra unos dos kilómetros antes. Asimismo, es común que muchas personas dividan esta etapa en dos partes: de Palas de Rei a Melide y de Melide a Arzúa; convirtiendo así la etapa reina en dos jornadas de alrededor de 15 kilómetros cada una.
Siguiendo con nuestra experiencia, la primera parte del recorrido es bastante agradable, sin pendientes significativas ni grandes esfuerzos, y culmina con la llegada a Melide. En esta localidad, se concentra una gran cantidad de peregrinos, ya que representa la mitad de la etapa (aproximadamente 15 kilómetros) y, por supuesto, es un lugar de parada obligada para los amantes del pulpo, un manjar típico de la zona. Las pulperías más famosas, como La Garnacha y Ezequiel, suelen estar llenas de peregrinos, aunque hay numerosos locales que también ofrecen esta delicia culinaria. En nuestro caso, en ambas ocasiones, optamos por La Garnacha y, si quieres conocer el motivo, te invitamos a ver nuestro vídeo de la etapa.
Después de disfrutar de una comida que incluyó el tradicional pulpo, así como otras delicias regionales, emprendimos la segunda parte del recorrido, conocida como “la rompepiernas”. Aquí nos esperaban subidas y bajadas que, aunque nos dejaron exhaustos, nos llenaron de satisfacción por haber superado con éxito la etapa más desafiante y de motivación para lo que estaba por venir.
Esta etapa se caracteriza por la belleza del paisaje, la rica oferta culinaria y la sensación de logro que proporciona superar sus desafíos.
En total, nos llevó alrededor de 7 horas completar esta etapa.
🛏️ Albergue en Ribadiso: Albergue Milpés
🥾 4ª etapa: Arzúa – O Pedrouzo
→ 21 kilómetros
Nos pusimos en marcha a las 7:45 h.
El año anterior cometimos el error de confiarnos (ya que son “pocos” kilómetros) y pensar que sería un paseo rápido. Sin embargo, parecía que no se terminaba nunca. Ese es un error de principiante; cada etapa es única y diferente de las demás.
Por eso, este año tomamos la decisión de partir (mentalmente) la etapa en pequeñas travesías de 7 kilómetros. De esta forma se nos hizo mucho más amena.
A lo largo de este recorrido, atravesamos varias aldeas, algunas de las cuales parecían prácticamente despobladas. Aunque el trayecto en su mayoría es cómodo y tranquilo, uno de los pocos inconvenientes que encontramos fue la necesidad de cruzar la carretera N-547 en múltiples ocasiones, sin la presencia de pasos de peatones. ¡Es esencial extremar la precaución al cruzar!
Curiosidad: En uno de los puentes que cruzan las carreteras es una tradición que la gente coloque sus pegatinas. Y, por supuesto, no quisimos quedarnos atrás. Si por casualidad encuentras la nuestra, ¡no dudes en informarnos! ¡Nos hará mucha ilusión!
En esta etapa, aprovechamos también para probar la que dicen que es la mejor tortilla del Camino. Se encuentra muy cerca de nuestro destino final del día, en el restaurante O Ceadoiro. La tortilla es muy rica, no lo vamos a negar, pero nos seguimos quedando con la de la Taberna do Camiño, en la etapa hacia Palas de Rei. Igualmente, en el vídeo de esta etapa puedes hacerte una idea y decirnos con cuál te quedarías tú.
Desde el punto de vista físico, esta cuarta etapa se clasifica como una de las más sencillas, pero a la vez ofrece uno de los paisajes más hermosos. En esta ocasión, nos llevó casi 6 horas completarla.
🛏️ Albergue en O Pedrouzo: O Trisquel
🥾 5ª etapa: O Pedrouzo – Santiago
→ 19 kilómetros
Amanecimos temprano como en las jornadas anteriores, pero esta vez con una mezcla de emociones única. Desayunamos y comenzamos nuestra marcha alrededor de las 7:45 h, con la ilusión por completar otro Camino y, al mismo tiempo, la tristeza de saber que ésta era la última etapa, el día en que finalmente llegaríamos a Santiago de Compostela.
Los primeros kilómetros nos llevaron a través de un exuberante bosque, una vista maravillosa que recordábamos vagamente, debido a un incidente en esta misma etapa el año anterior que nos complicó el recorrido y estuvo a punto de hacernos abandonar. ¿Tienes curiosidad por saber lo que ocurrió? Te invitamos a ver el vídeo de esta etapa.
Pero volvamos al presente…
Durante esta etapa, pasamos junto al aeropuerto y también frente a las sedes de la TVG y RTVE. Dejando atrás esta parte menos pintoresca, finalmente llegamos al Monte do Gozo, desde donde, si las condiciones climatológicas lo permiten, los peregrinos pueden vislumbrar por primera vez Santiago de Compostela y las torres de su majestuosa Catedral.
Aunque nos quedaban aproximadamente 5 kilómetros para alcanzar nuestro destino, la emoción superó cualquier cansancio acumulado.
Descendimos el Monte do Gozo para ingresar a la ciudad y fue extraño encontrarnos con tanto movimiento, tráfico y pavimento después de varios días de caminar entre naturaleza y poblaciones pequeñas.
Cruzamos el Polígono de Fontiñas y continuamos a través del Barrio dos Concheiros y la Rúa de San Pedro hasta llegar a la Porta do Camiño. Luego, seguimos por la calle de la Azabachería y pasamos bajo el imponente Arco del Obispo para finalmente llegar a la majestuosa Plaza del Obradoiro.
Las emociones al llegar a este lugar emblemático se mezclaron con la multitud que atestaba la plaza. Los sentimientos no eran los mismos que la primera vez, pero Alma, una vez más, nos demostró su capacidad de superación y seguimos afirmando lo que mencionamos el año pasado: la actitud lo es todo en el Camino… y en la vida.
Nos llevó menos de 5 horas llegar a Santiago, un verdadero récord para nosotros y un logro que nos llenó de absoluta satisfacción.
🛏️ Albergue en Santiago de Compostela: O Fogar de Teodomiro
❗Conclusiones
El Camino Francés desde Sarria es, con diferencia, uno de los caminos más populares para llegar a Santiago de Compostela. Sin embargo, ten en cuenta que tu experiencia variará considerablemente según la época del año que elijas o te sea posible realizarlo.
A lo largo de los años, este tramo se ha transformado en una suerte de “parque temático” del Camino. En lo referente al alojamiento, generalmente no encontrarás grandes problemas, aunque, si decides emprender el viaje en fechas muy concurridas, es recomendable reservar con anticipación. Aquí te compartimos información sobre los albergues donde nos hospedamos nosotros.
En cuanto a la comida y al descanso, tampoco tendrás dificultades. Todo está bien organizado y encontrarás numerosos lugares para hacer una parada, disfrutar de una comida o simplemente descansar.
Nuestro primer Camino lo realizamos a finales de junio y, aunque encontramos cierta afluencia de peregrinos, pudimos caminar kilómetros con tranquilidad y sin cruzarnos con demasiada gente. En cambio, nuestro segundo Camino, que tuvo lugar en agosto, estuvo marcado por una cantidad abrumadora de personas. Esto puede ser desalentador, especialmente si es tu primera vez. Si es posible, te recomendamos evitar el mes de agosto, ya que tu experiencia y sensaciones serán completamente distintas.
¿Te planteas hacer el Camino en familia? ¡Por supuesto que es posible! Es una vivencia emocionante que recordarás para siempre. Cada uno conoce los límites de sus hijos, así que, si crees que están preparados, ¡adelante! El Camino será una experiencia única, independientemente de cuándo decidas emprenderlo.
Sea cual sea el motivo que te lleve a emprender el camino hacia Santiago, intenta llevarte de él todo lo positivo que tiene para brindarte.
¡Buen Camino!
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