Después de solo un año de obras y trabajos a toda máquina, el pasado 17 de junio abrió sus puertas la nueva atracción de PortAventura World en colaboración con Sony: Uncharted: el enigma de Penitence.
Y, como no somos personas sensatas, decidimos que, justamente el día en que se abría la atracción al público general, era buena idea ir a probarla.
Si quieres saber si fue una buena idea o no, no te vayas muy lejos porque… ¡despegamos enseguida!
🎢 ¿Qué es Uncharted: el enigma de Penitence?
Esta nueva atracción basada en la película Uncharted (protagonizada por Tom Holland y Mark Walberg), que a su vez está inspirada en un famoso videojuego de PlayStation, nos lleva a una aventura al más puro estilo búsqueda del tesoro.
Y, para participar en esta búsqueda, el equipo de atracciones de PortAventura World ha construido para el visitante una innovadora e inmersiva mezcla entre una dark ride y una montaña rusa.
Esta nueva atracción tiene lo mejor de una dark ride (especialmente en el recorrido de la cola cubierta): pantallas que van contándote una historia y haciéndote partícipe de ella, animatronics, efectos de sonido, humo, enigmas a descifrar con la linterna de tu móvil, etcétera. Pero también tiene lo más innovador en montañas rusas: recorridos que se cortan abruptamente, caídas laterales, aceleraciones repentinas, caídas a contramarcha, pantallas y mucha acción.
Todo esto acompañado, además, por una estructura externa completamente integrada en el paisaje de Penitence, nuestra ciudad favorita de todo el Far West.
👨👩👧 Nuestra experiencia
Como muchos sabéis, tenemos el pase de PortAventura desde hace años, y eso hace que conozcamos cada rincón del parque y que cualquier cambio en éste se convierta en toda una experiencia de la que nos sentimos casi parte. Por eso, cada vez que hay un gran acontecimiento, como puede ser la construcción de una gran atracción, tenemos el privilegio de verlo desde su nacimiento hasta su culminación (y no solo en el parque, también desde nuestra ventana).
Así que os podéis imaginar que después de ver a la criatura nacer y crecer en un tiempo récord de 1 año, no podíamos esperar demasiado para probarla. Y, como no somos gente sensata, allá que nos fuimos en el mismo día de su apertura para descubrir qué nueva experiencia nos habían preparado.
Para ser justos, sabíamos que no era el mejor día para probar Ucharted y sabíamos que íbamos a tener que hacer cola, mucha cola. Pero lo que no esperábamos era encontrarnos con la falta de información y los problemas técnicos que desembocaron en casi 5 horas de espera. 4 horas y cuarenta y cinco minutos para ser exactos.
Para empezar, algo que nos llamó la atención (para mal) fue que en los carteles informativos del parque en los que se indican los tiempos de espera de las atracciones, Uncharted no contaba con tiempos de espera sino con una leyenda que rezaba “Abierto hasta las 19 H”. Esto ya: mal.
Cuando llegamos ante la atracción, la cola llegaba hasta la entrada de la caseta que hay junto al Carousel y que es el inicio de la espera total prevista para la atracción (que ahora sabemos que es de no menos de 4 horas). Con esto, lo que quiero decir es que, en condiciones normales, esta parte de la cola es más provisional que definitiva y no debería estar nunca (o casi nunca) completa. Pero sigamos con nuestra experiencia.
Al llegar a la cola, los rumores (porque información oficial no había ninguna) hablaban de dos horas y media de espera. Algo que, para nosotros, que podemos ir al parque cuando queramos y que habíamos ido expresamente a probar la nueva atracción a sabiendas de que íbamos a tener que esperar bastante, no nos pareció descabellado (aunque tanta espera no sea plato de gusto para nadie). Así que nosotros nos quedamos.
Desde que nos pusimos en la cola hasta que llegamos a la puerta de entrada del edificio (lo que, en condiciones normales, podríamos considerar la cola real y oficial) pasó más de hora y media, y por el camino hubo muchas bajas… muchísimas. Los rumores habían empezado a hablar de 3 horas o más y mucha gente (recordemos que era gente que ya llevaba esperando hora y media) decidió irse, con su enfado e indignación correspondientes. Cuál fue nuestra sorpresa cuando un trabajador de la atracción nos dijo que lo de las 3 horas empezaba a contar desde donde estábamos nosotros. Estaba bien, aquello se había convertido ya en algo personal.
Así que nos dijimos que, ya que habíamos esperado hora y media, íbamos a esperar, aunque solo fuera por acceder al recinto y ver las distintas salas que forman la cola de la atracción.
Pero lo que no sabíamos era que la espera no había hecho más que empezar. Poco a poco (muy poco a poco) fuimos pasando salas y, cuando llevábamos más de tres horas esperando, otro rumor comenzó a recorrer la cola: la atracción estaba fuera de servicio por avería. La desbandada de gente que teníamos delante y que, por lo tanto, llevaban más tiempo esperando que nosotros, no se hizo esperar.
Pero como todo eran rumores y la información oficial no llegaba, decidimos seguir esperando. Después de tanto rato, para cabezones, nosotros.
De pronto, después de un buen rato detenidos en el punto más oscuro de toda la cola (que de eso ya hablaré más adelante) y rozando las 4 horas de espera, se abrió una puerta de servicio lateral y apareció un cargo responsable del parque para “informarnos”. La mujer llegó armada con la linterna de su móvil y gritando a viva y temblorosa voz que la atracción estaba averiada, que no sabían cuánto tiempo iban a demorar en arreglarla y que si alguien quería abandonar la cola podía salir por esa puerta. Surrealista.
Os podéis imaginar el ambientillo que se creó en un momento. Gente indignada, pero de la que no se fue casi nadie. A ver quién era el guapo que se rendía después de casi 4 horas. De allí sólo nos sacaba Bollini con los pies por delante… ya veríamos con los pies de quién.
Mirad si la cosa pintaba fea que esta misma mujer fue trayendo botellas de agua. En total fueron unas 10, tampoco os creáis que fue la generosidad hecha carne. A su favor diré que creo que las trajo como gesto de buena voluntad y tratando de evitar la revuelta que se antojaba casi inevitable.
Yo me acerqué a hablar con ella (con toda mi educación y empatía, por supuesto) para preguntarle qué previsión tenían para la reparación. Más que nada, trataba de averiguar si tenían previsión de que se pudiera reanudar la atracción, ya que, si la respuesta era que no y le llegan a decir a los centenares de personas cansadas y molestas que estábamos ahí que nos teníamos que marchar sin subir a la atracción, hubiera ardido Troya.
Tengo que decir que el nivel de agobio y tensión que debió vivir el personal del parque tuvo que ser como para sacarse el uniforme y largarse a sus casas sin mirar atrás. De hecho, esta mujer, que parecía un cargo importante, se vio obligada a venir personalmente a la cola porque… ¡la megafonía tampoco funcionaba! Es decir, PortAventura tuvo a cientos de personas encerradas y, prácticamente apiñadas, en un recinto cerrado con escasa ventilación y con poquísima luz, y no tenía forma de informarnos de nada. Épico.
En fin, pasada la anécdota, de pronto escuchamos un aplauso que surgía de las profundidades de la Tierra y la confirmación de que la atracción volvía a estar en funcionamiento. Subir a Uncharted se había convertido ya en una necesidad vital, aunque sólo fuera por no sentirse más estúpidos después de dedicarle tantas horas de nuestras preciosas vidas a esperar.
Así que, 4 horas y 45 minutos después, subíamos a bordo de uno de los trenes de Uncharted y disfrutábamos de una de las atracciones más innovadoras y diferentes que hemos probado nunca. Y, de repente, esas casi 5 horas de espera, dolor de piernas y encierro se convirtieron en una simple anécdota de la que hablar entre risas. No diremos que la espera mereció la pena, porque ninguna atracción, ninguna, merece perder 5 horas de la vida de nadie, pero peor habría sido esperar todo ese tiempo y tener que irnos sin probarla. El que no se consuela es porque no quiere.
Antes de terminar de contar nuestra experiencia, quiero hablar del personal de la atracción. Los muchachos encargados de las colas estaban desbordados y no era para menos, y, aunque intentaban dar toda la información posible, creo que tampoco tenían demasiada y los pobres pasaron un mal rato importante. A destacar al personal de operaciones que, a pesar de todo lo sucedido, nos recibieron con la mejor de las actitudes y unas sonrisas que fueron un bálsamo.
Y, por supuesto, un mensaje para aquellos que la toman con los trabajadores: recordad que, por ejemplo, en el caso de lo ocurrido el día 17 de junio, la atracción tenía que cerrar a las 19h y es muy posible que terminara cerrando (como pronto) a las 22h. Esas personas tuvieron que quedarse ahí trabajando cuando tendrían que haber estado desde hacía horas con sus familias o haciendo sus vidas. Un poco de empatía y, si tenéis quejas (algo totalmente lícito), tenéis a vuestra disposición la Oficina de Atención al Visitante.
💡 Recomendaciones
Aunque es pronto para sacar conclusiones de cómo va a funcionar la atracción en un día normal, sí podemos daros algunas recomendaciones:
🔹 La cola interna de la atracción que transcurre dentro del edificio de Uncharted, si está llena, puede suponer unas 2 horas de espera. Si ves que esa cola está en la puerta, tenlo en cuenta.
🔹 La atracción cuenta con cola single, pero esta cola se salta las salas interactivas y va directamente al punto de embarque de la atracción. Eso sí, si hay espera fuera del edificio tendrás que hacer cola igual hasta llegar a la puerta de entrada donde se bifurca la cola.
🔹 Si sufres de claustrofobia o colapsas en espacios cerrados y con poca luz, quizá será mejor que esperes a que pase un poco la novedad y baje la afluencia de público, para así minimizar la espera y el tiempo de “encierro”.
🔹 Si no puedes esperar a que se normalice la cosa y quieres subir a Uncharted ya de ya, ármate de paciencia, llévate un buen bocata a la cola y carga bien la batería del móvil. Y, si no, haz como nosotros y haz amigos en la cola que te enseñen a montar un cubo de Rubik en 24 segundos.
En definitiva, dejando de lado la anécdota del tiempo de espera que nos tuvimos que comer y que PortAventura está a años luz de otros grandes parques en lo que se refiere a transparencia y organización, la atracción es digna de ser probada y disfrutada. No se parece a nada que hubiéramos probado antes y eso es un punto a favor enorme.
Así que, salvo que seas otro insensato, no seas como nosotros, espera a que pase la locura de la inauguración y disfruta de todo lo que Uncharted ha preparado para ti.
¡A por el tesoro!
Compromiso de transparencia:
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