Uno de los lugares más bellos y salvajes que hay en nuestras costas es el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Por eso, en una de nuestras vacaciones de verano en las que tuvimos que quedarnos en España, no perdimos la oportunidad de volver a la playa más bonita en la que hemos estado hasta hoy: la Playa de los Muertos en el Cabo de Gata.
Si estás buscando una playa paradisíaca para descubrir este verano, quédate, porque esto te interesa. ¡Vamos allá!
❓ ¿Por qué “de los Muertos”?
Lo primero que llama la atención de esta playa es su nombre tan novelesco, que bien podría haber sido un escenario más de La Isla del Tesoro de Stevenson. Y, si eres de los que piensas en piratas y náufragos cuando oyes eso de “la playa de los muertos”, no vas tan desencaminado.
Siglos atrás, cuando la navegación en mar abierto era deporte de riesgo, era habitual que los lugareños de la zona encontraran algún que otro cadáver flotando o varado en la orilla de esta playa. Ya fuera el triste resultado de una escaramuza provocada por el ron (¡Yo, ho, ho!) o un desafortunado naufragio consecuencia de las fuerzas de la naturaleza, la cuestión es que todos los cuerpos iban a parar a este rincón del Cabo de Gata.

Pero ¿por qué? Este peculiar cementerio marítimo se debía a que en esta zona del Mediterráneo se da una confluencia de fuertes corrientes, que durante siglos puso muy difícil la navegación a los navíos que surcaban estas costas. Y son esas mismas corrientes las que se encargaban de escupir los cuerpos en esta playa de aguas cristalinas.
Así que, el nombre de la playa tiene menos de poético que de puramente descriptivo, pero eso no le resta una pizca de encanto.
⛱ La Playa de los Muertos
El nombre de esta playa suele aparecer año tras año en todas las listas de las mejores playas de España e incluso ha aparecido nombrada entre las 40 mejores de Europa. Supongo que, siendo así, no tiene mucho mérito que sea nuestra favorita ni estamos descubriendo el hilo negro, pero sí podemos dar unas pinceladas que justifiquen por qué es una de las más populares del Cabo de Gata.
Lo primero que hay que destacar de esta playa es el lugar donde se ubica. Entre las localidades de Carboneras (término municipal al que pertenece) y Agua Amarga, y en pleno Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, se encuentra al resguardo de áridos cerros de roca volcánica libres de urbanismo.
Al tratarse de una zona virgen y protegida, el acceso a la playa no es inmediato ni sencillo, lo que hace que, a pesar de llenarse en verano (como es lógico), no llegue a estar masificada salvo en días contados y puntuales.
Para acceder a esta playa hay que descender la ladera del cerro por caminos de cabras de terreno pedregoso e irregular. Por supuesto, el tránsito de personas frecuente va allanando el camino, pero sigue siendo insalvable para personas con dificultad motriz o movilidad reducida.

Hay tres caminos para llegar a la playa: uno que sale desde la parte de atrás del punto de información (el más utilizado), uno que baja directamente desde el parking (más escarpado y empinado) y uno que baja desde el mirador (según hemos leído, recientemente han puesto escaleras en este camino). Sea cual sea el camino elegido, se tarda en hacer el recorrido unos 10-15 minutos.
Otra de las características que llaman la atención nada más llegar es que la orilla discurre prácticamente en línea recta en sus casi 1200 metros de extensión. Y es al contemplar la totalidad de la playa cuando encontramos lo único que desluce su paradisíaco paisaje: la fábrica cementera que “ensucia” el extremo izquierdo.

Pero que la cementera no opaque las vistas, porque esta playa es una de las mejores por muchos motivos. Este paraje virgen no-urbanizado tiene una de las orillas más agradables para los bañistas, porque, aunque tiene guijarros y cantos rodados de tamaño considerable, la arena de tipo gravilla que predomina no se queda pegada por todas partes ni acaba invadiendo cada rincón del coche. La arena es lo suficientemente gruesa para no ser pegajosa y lo suficientemente fina para resultar cómoda a la hora de tumbarse al sol.
Pero, sin lugar a dudas, el mayor atractivo de la Playa de los Muertos son sus aguas cristalinas, profundas desde la misma orilla, y su fondo marino lleno de vida. Además, salvo fuertes vientos o temporal, sus aguas suelen ser mansas, lo que la convierte en un lugar ideal para los aficionados al buceo y al snorkel.

Nosotros descubrimos esta playa en 2012 (yo estaba embarazadísima), de la mano de una amiga que es familia y que conoce muy bien la zona. Yo, que en otra vida tuve que ser un pez o algo con branquias, volví enloquecida con aquel lugar. Y tiene mérito viniendo de alguien que ha vivido siempre al lado del mar y que ha pasado todos los veranos de su vida en remojo.
Por eso, cuando Alma tuvo la edad suficiente para aguantar un trayecto tan largo y la habilidad acuática necesaria para disfrutar del lugar sin peligro, no nos lo pensamos dos veces. Ahora, para Alma, ésta es también su playa favorita y un sitio al que regresar.
ℹ Servicios
Al tratarse de una playa virgen y protegida de difícil acceso, no cuenta con servicios de ningún tipo. No hay socorristas, ni asistencia sanitaria y, por supuesto, no hay bares o chiringuitos ni zonas de resguardo.
En lo alto del cerro, antes de iniciar el descenso, hay una caseta en la que se ubica el Punto de Información y suele haber un camión-bar (en temporada alta).
Para visitar esta playa, hay habilitada una zona de parking que, en verano, cuenta con un control de acceso de 8 h a 21 h y tiene un precio diario de 5 € para caravanas, 4 € para turismos y 2 € para motocicletas. Mucha gente aparca sus coches en las cunetas y arcenes de la carretera, pero nosotros NO os recomendamos hacerlo; os podéis encontrar con una buena multa y, personalmente, prefiero pagar y no estar pensando en si el coche está bien donde está o no.

En la zona del parking hay también unos cuantos contenedores. En la playa no hay cubos de basura ni papeleras, así que colecciona tu basura en una bolsa y tírala en los contenedores: que la playa deje huella en ti y no tú en ella.
En la web del Parque Natural se indica que no está permitida la entrada de perros y que ésta no es una playa nudista. Lo cierto es que, como hemos dicho, no hay ningún tipo de vigilancia, por lo que es habitual cruzarse con perros bañistas y encontrar personas practicado nudismo, especialmente en el extremo izquierdo de la playa.
🚘 ¿Cómo llegar a la Playa de los Muertos?
Por supuesto, tratándose de un lugar al que se accede por carreteras secundarias, la forma más sencilla para llegar hasta la Playa de los Muertos es en vehículo particular.
Desde Carboneras, que es el núcleo urbano más cercano, hay que tomar la carretera N-341 y girar por AL-5106. Esta carretera lleva directamente al parking. No pises mucho el acelerador o, aunque el parking se ve enseguida, puedes pasarte la entrada o encontrar cola para entrar, lo que conlleva riesgo de colisión.

Nosotros, esta vez, fuimos desde Almería en nuestro camino de regreso hacia el norte. Desde la capital, tardamos poco menos de 1 hora y el GPS nos llevó por Carboneras. Lo encontramos enseguida y llegamos lo suficientemente pronto para aparcar en el parking sin problema.
¡Ojo!, porque en muchas webs se habla de un servicio de transporte en barco desde Carboneras hasta la playa y esa información está desactualizada. Según la web del Parque Natural: «la última regulación en materia de protección de playas ha prohibido el desembarque de pasajeros directamente a la playa» (texto extraído de www.cabogataalmeria.com).
⚠ Recomendaciones y precauciones a tener en cuenta
Esta playa, por su tranquilidad y por estar “lejos” de cualquier casco urbano, es el lugar ideal para pasar todo el día en la naturaleza. Sin embargo, hay algunas cosas que debes tener en cuenta para que el día no se tuerza:
- Lleva calzado cómodo y cerrado para el camino. No es necesario que lleves calzado de trekking, pero unas deportivas que no resbalen te pueden salvar el día. Puedes bajar en chanclas, claro, pero es de todo menos seguro.
- Si tienes escarpines, llévalos. Aunque la arena es de gravilla, no es sencillo caminar sobre un suelo que se hunde bajo tu peso y unos escarpines te facilitarán mucho la vida, sobre todo, a la hora de salir del agua.

- Si vas a pasar todo el día, tendrás que llevarte la comida, pero olvídate de cargar con media despensa y con todo el mobiliario de camping, porque, después de todo el día al sol y en remojo, tendrás que volver a subirlo todo, y el camino de vuelta es más duro que el de ida. Por no hablar de que puedes acabar rodando por la ladera con todo el equipo. Sé práctico y lleva solo lo necesario.
- El paisaje en la zona es subdesértico, no en vano, Almería fue durante años escenario de los grandes rodajes de los westerns. Por tanto, no existe en toda la playa ni un árbol o arbusto bajo el que cobijarse. Si tienes que elegir un solo trasto con el que cargar, opta por una sombrilla o uno de esos paravientos en forma de tienda de campaña, que plegados no ocupan nada. Y, si como nosotros, estás de paso por unas pocas horas y no llevas sombrilla, no olvides llevar sombreros para toda la familia, si no queréis salir todos con una buena insolación. Y, por supuesto, mucha protección solar para todos.

- Lleva mucha agua. Aunque en el parking suele haber un camión-bar, si tienes que subir y bajar varias veces, no te va a salir a cuenta la aventura.
- ¡Ojo!: desde el Parque Natural se advierte no bañarse con fuerte viento de levante (viento de este a oeste, del mar hacia la costa). Las olas rompen con fuerza en la orilla y crean unas corrientes peligrosas que dificultan salvajemente la salida del agua. El mar es para disfrutarlo, pero jamás hay que perderle el respeto.
- IMPORTANTE SI VAS CON PEQUES: no recomendamos esta playa para niños muy pequeños o que no sepan nadar o defenderse en el agua. El agua cubre mucho nada más poner un pie en la orilla y los peques o seres bajitos como yo tendrán que mantenerse casi todo el tiempo flotando o a nado.

Si estabas pensando en dejar a tus peques construyendo castillos de arena con el culo a remojo en la orilla, ésta no es tu playa por dos motivos: esa orilla “segura” aquí no existe y no hay arena fina con la que construir nada.
Por supuesto, si tu peque es tan pequeño como para usar carro o sillita, olvídate de llevarla, si no quieres odiarla al cargar con ella al bajar y al subir por el camino y cuando se te hunda en la arena tipo gravilla. El terreno tampoco es seguro para llevar a los peques en brazos. Se puede, sí, pero no es recomendable por peligroso.
Pocos lugares son más atractivos y satisfactorios para ir con criaturas que una buena playa, pero las estadísticas de ahogos de cada año son estremecedoras. Si quieres ir a la playa a dormirte al sol, mejor deja a los peques en casa; perderlos de vista un segundo puede ser suficiente para llevarte, como mínimo, un buen susto. Para ir con peques a la playa o a la piscina tienes que ir concienciado de que volverás más cansado que si volvieras de subir el Annapurna, es uno de los precios de la maternidad/paternidad. Con esto no pretendo sermonear o juzgar a nadie, pero la seguridad de los más pequeños no es baladí.
Esperamos que te haya servido nuestra experiencia, nuestras recomendaciones y toda la información que hemos recopilado para que tu paso por la Playa de los Muertos sea una experiencia satisfactoria y 100% instagrammeable. Si conoces otras playas tan bonitas como ésta y que todavía no estén masificadas… te iba a decir que las compartas con nosotros, pero casi mejor será que te guardes el secreto como oro en paño. ¿Has estado en la Playa de los Muertos?
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