Madrid es una de esas ciudades a las que nos gusta volver siempre que se presenta la ocasión. Y este año, con la puesta en marcha de los trenes de alta velocidad low-cost, ya no teníamos excusa para no escaparnos a la capital unos días.
Buscando planes para hacer con Alma, nos decidimos por visitar el Museo de Cera de Madrid, y hoy te contamos cuál fue nuestra experiencia. ¿Preparada/o?
¿Dónde está el Museo de Cera de Madrid?
El Museo de Cera está situado en el número 41 del Paseo de Recoletos, frente a Plaza de Colón.
A apenas 20 minutos a pie desde la Puerta del Sol, a 10 minutos del Retiro y a 15 minutos del Museo del Prado, se puede llegar rápidamente en metro bajando en la parada de Colón (línea 4).
Este museo se encuentra cerca de todos los puntos de interés turístico del centro de la capital.
¿Qué es el Museo de Cera de Madrid?
Se trata de una exhibición de más de 450 figuras de cera, repartidas en diferentes galerías y salas temáticas.
El museo fue inaugurado en febrero de 1972, a finales de la dictadura franquista, y en su construcción participaron escultores, maquilladores, diseñadores de vestuario, decoradores e iluminadores provenientes del mundo del cine, algunos de ellos con Oscars en su palmarés.
El recorrido de la exposición pasa por distintas etapas y personajes de nuestra historia hasta la actualidad. Así pues, el museo está dividido en distintas zonas temáticas:
- Galería de la Historia: en la que nos encontramos personajes históricos desde Viriato, el lusitano conocido como El terror de Roma, hasta los Borbones, pasando por el Imperio romano, los visigodos, Al-Ándalus y los Austrias.
- Galería principal: un repaso por las artes, la historia colonial, la cultura, las ciencias, el deporte y el mundo del espectáculo.
- Galería del crimen: un recorrido por algunas de las peores atrocidades perpetradas por el hombre contra el hombre (no apta para personas sensibles).
- Tren del terror: una pequeña atracción que nos transporta a escenarios del imaginario del cine de terror, de ciencia ficción y bélico. Y que, curiosamente, cuenta con un tramo dedicado a Star Wars que no encaja demasiado en el tema del terror (bueno, está Jar Jar Binks, que a cualquier fan de la saga le causa un profundo desasosiego, pero eso no cuenta).
Además, el museo ofrece dos atracciones extra que actualmente se encuentran fuera de servicio y que no pudimos probar:
- El simulador: una cabina de realidad virtual.
- Multivisión: un repaso audiovisual por la historia de España.
Como curiosidades podemos destacar que la primera figura que se realizó para el museo fue la de Cristóbal Colón, y que muchas de las figuras de personajes contemporáneos están vestidas con ropas de las personalidades a las que representan.
Nuestra experiencia
Llegamos al Museo de Cera de Madrid sin grandes expectativas. Tras nuestra última visita al Museo de Cera de Barcelona (antes de su remodelación) que fue bastante decepcionante, no esperábamos gran cosa del museo de Madrid.
Pero, a decir verdad, salimos bastante satisfechos de nuestra visita, como demuestran las casi 3 horas que pasamos recorriéndolo y analizando cada figura.
No voy a hacer un repaso por todas las figuras expuestas, pero sí quiero destacar que disfrutamos especialmente de las primeras salas dedicadas a la historia, las artes y la literatura. En esta primera parte del recorrido invertimos mucho tiempo, porque las figuras (las que están, las que nos parece que sobran y las que echamos en falta) nos dieron pie a conversaciones muy interesantes con la peque.
Por ejemplo, una de las figuras sobre las que más estuvimos hablando fue la de Juana de Castilla, mal conocida como La Loca. También le dedicamos mucho tiempo a la representación de Los fusilamientos del 3 de mayo de Goya, a la escena de Las Meninas de Velázquez, a la figura de Federico García Lorca y a todas las escenas relacionadas con la colonización.
Sin duda, este museo es un lugar estupendo en el que empezar conversaciones interesantes sobre historia, literatura y sociedad con los más pequeños de la familia.
En lo referente a las figuras y su parecido con los personajes representados, cosa que de vez en cuando suscita algunas críticas, salimos con la impresión de que las figuras más recientes están notablemente más conseguidas que algunas de las más antiguas. Algo que, por otra parte, nos parece comprensible.
Pero como aquí lo importante son las figuras, queremos destacar algunas cosas:
- Figuras contemporáneas que nos llamaron la atención por su parecido: Pablo Picasso, Robert Pattinson, Woody Allen, Sofía Vergara, George Clooney, Leonardo DiCaprio, Johnny Deep (como Jack Sparrow), el Jocker de Nicholson, Dwayne Johnson The Rock, Tom Cruise, Angelina Jolie, el infame Donald Trump, Marc Márquez, Mireia Belmonte o Rafa Nadal (una nueva versión, no la que recibió tantas críticas), entre otras.
- Cosas que nos llamaron la atención
Muchas de las figuras que habíamos visto en redes no estaban, como por ejemplo: Yasir Arafat, Winston Churchill, Carlos Sainz, Álex Crivillé, Miguel Indurain, Pelé, Raúl, David Bisbal, Lady Di, Bruce Willis o Fernando Alonso, entre otros.
También faltaban figuras como las de Fidel Castro, George Bush, Sadam Hussein, Mao Zedong, Benito Mussolini, Iósif Stalin o Adolf Hitler, que más que hacerlas desaparecer, las podrían haber trasladado a la Galería del Crimen o a la Sala del Terror, junto al tío Paco. Pero eso ya es cosa mía.
La distribución de las distintas salas y de las figuras guarda un orden bastante lógico, aunque encontramos personajes claramente fuera de lugar como por ejemplo: Antonio Banderas en la Sala de la Pintura, Isabel Preysler del brazo de Vargas Llosa en la Sala de los Literatos clásicos o el patinador Javier Fernández con los Famosos del mundo del espectáculo en lugar de ocupar el lugar que le corresponde en la sala de las Estrellas del deporte.
Hay cosas sobre las que voy a pasar de puntillas, como el lugar y reconocimiento que se les da a ciertos personajes de nuestra historia reciente mientras a otros se les borra completamente. Al fin y al cabo, se trata de un museo de corte privado y cada uno sigue la línea editorial o ideológica que considera oportuna.
Tampoco quiero extenderme hablando de la sala que lleva el nombre de Plaza de Toros, porque nos resultó bastante hiriente y desagradable. Sin embargo, nos dio pie a otra conversación importante con la peque, a quien, en su bondad incorrupta, aquello le pareció una total barbarie.
En fin, salimos del museo con la sensación de que tiene un gran potencial, aunque pide a gritos una revisión y una remodelación. Y, puestos a sugerir mejoras, no quiero dejar de señalar que solo hay una mujer en la Sala de las Estrellas del Deporte, Mireia Belmonte; cuando tenemos a grandes campeonas que pasean la marca España por el mundo como son Carolina Marín, Ana Peleteiro o Gemma Mengual, entre muchas otras.
Y, por supuesto, aprovecho para plantear una queja formal, y es que no hay ni una sola mujer en la Sala de Tertulias literarias, ni una; ni Rosalía de Castro, ni Emilia Pardo Bazán, ni la imprescindible María Moliner o la gran Gloria Fuertes, entre muchas otras.
Para cerrar nuestra experiencia, diré que sí recomendamos visitar el Museo de Cera de Madrid en familia, porque puede ser una manera diferente e interactiva de captar el interés de los peques y tirar del hilo de temas muy interesantes. Por ejemplo, desde nuestro paso por el museo, tengo la misión de buscar toda la información posible sobre Juana de Castilla para Alma, que se quedó impactada e indignada con eso de que la llamen La Loca.
Como último apunte, si vais con peques, os recomendamos recrearos en las salas que repasan la historia, en la Sala de los Famosos del mundo del espectáculo y en el Rincón de la Fantasía. En estas dos últimas salas reconocerán a más personajes y las disfrutarán mucho.
Información útil
- Medidas covid: el uso de la mascarilla es obligatorio durante toda la visita y hay dispensadores de gel hidroalcohólico en las distintas salas que conforman la exposición. No sabemos si hay limitación excepcional de aforo, pero al simular la compra en la web marca un máximo de 80 entradas disponibles. Recomendamos consultar el número de entradas disponibles para el día que quieras hacer la visita.
- Compra de entradas: puedes adquirir tus entradas en la taquilla del museo o vía on-line. Al comprarlas por internet puedes ahorrarte hasta un 20% sobre el precio de taquilla. Según la información de la web del museo, puedes llevar la entrada digital en tu dispositivo móvil sin necesidad de imprimirla.
- Horarios y precios: el horario de apertura del museo varía dependiendo de la época del año. Puedes consultar los diferentes horarios en su web.
Al hacer la compra on-line, el precio de la entrada general es de 18 € y la infantil (de 4 a 12 años) de 14 €. Hay una tarifa especial para parejas por 28 € y una tarifa para familias de 4 miembros (2 adultos + 2 niños) por 48 €.
- Accesibilidad: la mayor parte del recorrido que conforma la exposición del museo es accesible para personas con movilidad reducida o para sillas de paseo; salvo la Galería del Crimen, a la que se accede por un tramo de escaleras, y el Tren del Terror que no es un espacio adaptado.
Como conclusión final a nuestra visita al Museo de Cera de Madrid, queremos decir que, aunque a nuestro parecer el museo necesita una modernización y obviamente no es Madame Tussauds, sigue siendo un planazo para hacer en Madrid con niñas/os.
¿Conoces el Museo de Cera de Madrid? ¿Nos recomiendas algún otro museo parecido a éste? Te esperamos en los comentarios.
Compromiso de transparencia:
Este post es fruto de una colaboración con el Museo de Cera de Madrid, pero todas nuestras opiniones y experiencias son reales, sinceras y no-condicionadas.
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