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Mini-Europe, un continente en miniatura

Si hay un plan que no podemos dejar pasar cuando visitamos Bruselas, sobre todo si viajamos con niños, es Mini-Europe. En este bonito jardín encontramos más de 350 maquetas que nos llevan a recorrer toda Europa en una sola mañana.

¿Dónde está Mini-Europe?

Este peculiar parque temático Europeo se encuentra al noroeste de la ciudad de Bruselas, en el interior de un recinto llamado “Bruparck” al pie del icónico Atomium por lo que, siguiendo el gran gigante de cristal de hierro, no tiene pérdida.

¿Qué es Mini-Europe?

Se trata de una gran zona ajardinada con más de 350 maquetas de 90 ciudades distintas pertenecientes a la Unión Europea (no sabemos cómo catalogarán las maquetas de Reino Unido dentro del recorrido en caso de materializarse el Brexit, pero eso es tema aparte).

Este año 2019 Mini-Europe ha abierto sus puertas a la temporada número treinta. Este complejo es, sobre todo, un homenaje a la Unión Europea, a las diferentes culturas que conviven en ella y a algunos de sus monumentos más representativos.

Esta visita es de interés lúdico-educativo. Su guía, que podemos encontrar en 11 idiomas distintos, es muy completa y ofrece todo tipo de información sobre la historia, las características geográficas o las corrientes artísticas, no sólo sobre los monumentos representados sino sobre los países a los que pertenecen.

Todas las maquetas que encontramos en este parque están construidas a escala 1:25 y su nivel de detalle es excelente como se demuestra, por ejemplo, en la Catedral de Santiago en la que se invirtieron más de 24.000 horas de trabajo artesanal. Muchas de ellas, además, cuentan con elementos móviles que se accionan pulsando un botón, cosa que encanta a los más pequeños.

Al final del recorrido nos encontramos con la exposición interactiva Spirit of Europe (Espíritu de Europa) donde se nos explica la historia de la Unión Europea desde su fundación hasta hoy y el funcionamiento de sus instituciones.

Mini-Europe es, por encima de todo, una ocasión única para “viajar” por toda Europa en apenas unas horas. Durante el recorrido podemos rememorar viajes ya hechos y tomar nota para próximos destinos.

Este parque es uno de los lugares más visitados de Bruselas y no es para menos.

Nuestra experiencia

Como hacía poco habíamos estado en Catalunya en Miniatura y nos encantó la experiencia, no lo dudamos ni un segundo: Mini-Europe era una cita ineludible en nuestro paso por Bruselas.

Lo primero que llamó nuestra atención fue la integración de las maquetas en el espacio verde y la presencia del agua que acompaña todo el recorrido.

Habíamos leído que las maquetas no eran nada del otro mundo pero nos sorprendió muchísimo la calidad de las reproducciones y el nivel de detalle de cada una. Además, cada maqueta cuenta una pequeña historia si se atiende a las acciones de las personas que aparecen en ellas. Por poner un ejemplo, en la maqueta del puerto de Barcelona se puede ver una manifestación independentista y una contra-manifestación… Así se nos ve desde fuera.

Un punto a favor, teniendo en cuenta que viajamos con una niña de 6 años, es que a lo largo de todo el recorrido hay infinidad de botones que tocar. Algunos hacen sonar el himno del país, otros activan mecanismos y piezas móviles e incluso podemos poner un volcán en erupción con su correspondiente terremoto. Vaya, que Alma se pasó toda la mañana de botón en botón y se lo pasó en grande.

Lo único que echamos en falta fue algo más de Polonia. Sólo se representa la ciudad de Gdańsk y creemos que por el papel que le ha tocado jugar en la historia del siglo pasado bien merece un poco más de protagonismo y publicidad.

Y lo único que no nos gustó demasiado fue que, a pesar de que la maqueta de la Maestranza de Sevilla es espectacular y cuenta con más de 6.000 figuras entre el público, preferiríamos que las corridas de toros dejaran de ser tarjeta de presentación para España. En los tiempos que corren, bien podría ser que en la arena se estuviera celebrando un concierto, por poner un ejemplo.

Las diez maquetas que más llamaron nuestra atención

Todas las maquetas son impresionantes y están plagadas de detalles en los que entretenerse pero las diez que más nos impactaron son:

1 – Palacio de Westminster de Londres: a esta maqueta no le falta de nada, ni un recoveco, ni una aguja, nada. Además, a su lado se encuentra el mítico Cutty Sark con su impresionante mascarón de proa.

2 – Sacré Coeur de París: aunque parece que esté pintada por la blancura que desprende, esta maqueta está hecha enteramente con piedra blanca de Château-Landon y tiene la particularidad de blanquearse y endurecerse en contacto con el aire. ¡Y no le falta ni una vidriera!

3 – Grand Place de Bruselas: se notan los 375.000 € y las 19.000 horas de trabajo invertidos en esta maqueta. Los detalles dorados están hechos con verdaderas láminas de oro aunque lo que más nos gustó fue la reproducción de la alfombra de flores que cubre la plaza durante unos días todos los años pares y cuyo diseño final es enviado a Mini-Europe un mes antes del evento para poder realizar una reproducción exacta.

4 – Castillo de Guimarães: este edificio fue donado por la oficina de turismo del Algarve y la oficina de turismo de Portugal y es una de las maquetas donde más se entretienen los peques porque en ella se representan distintas escenas medievales que se accionan por medio de botones.

5 – Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial: nos impactó muchísimo la grandiosidad de esta maqueta y la belleza que se desprende de su arquitectura. Podéis admirar cada detalle a ritmo del himno… esas cosas que sólo se hacen cuando estás fuera de casa.

6 – Catedral de Santiago de Compostela: esta maqueta sacó de nosotros el compromiso de poner rumbo al norte de España, una de nuestras asignaturas pendientes. No nos sorprende la cantidad de horas que se han dedicado a su construcción porque es espectacular por donde la mires.

7 – Torre del Milenio de Magdeburgo: no conocíamos esta construcción y nos llamó mucho la atención porque nos evocó la imagen de la Torre de Babel. De hecho, la construcción original son 60 metros de altura hechos en madera laminada y en ella se exponen 6.000 años de historia de la humanidad y la tecnología.

8 – Muro de Berlín y Puerta de Brandemburgo: quizá esta no sea una de las maquetas más impresionantes visualmente pero nos trajo muchos recuerdos de nuestro viaje a Berlín y nos parece un elemento fundamental para explicar la historia reciente de Europa.

9 – Italia en general: sí, ya sé que esto es trampa pero Italia es mi debilidad y no podía dejar de nombrar todas las maravillas que se representan aquí: la Fontana di Trevi, el Vesubio, el Campanile de Pisa hecho en mármol, el Campanile y el Palazzo Ducale de Venecia, entre otros. Una delicia para la vista.

10 – Detalles y guiños: durante el recorrido por Mini-Europe podemos ver la dedicación y el cariño que hay invertidos. Desde un cementerio y unas trincheras de la I Guerra Mundial cuya intención es la de no olvidar el horror de las guerras para no repetirlas (misión que, desgraciadamente, no parece que vaya a conseguirse), hasta el barco de Ulises representando la escena en que el héroe clásico es atado al mástil para no sucumbir al canto de las sirenas, pasando por los campos de Castilla sorteando “gigantes” de la mano de Don Quijote y Sancho Panza. En Mini-Europe la cultura tiene un lugar importante y eso nos encantó.

Consejos para visitar Mini-Europe

Ir temprano: nosotros entramos en cuanto abrieron y enseguida se llenó de gente. Es un recorrido abierto con mucho espacio pero en algunos momentos puede ser un poco agobiante. Además, si vais en verano evitad las horas centrales del día porque el sol aprieta con fuerza.

Protección solar: no importa la época del año, al ser un recinto abierto y sin lugares con sombra, recomendamos utilizar protección solar y/o gorras.

Mucha agua: no recuerdo haber visto fuentes y se trata de un recorrido de varias horas. Así que, hidrataos.

No te entretengas en las primeras maquetas: este consejo puede sonar raro pero es que el recorrido dura más de dos horas y hay para ver más de 350 maquetas. Si os entretenéis mucho en observar cada detalle, cuando llevéis 200 maquetas os empezarán a entrar las prisas por terminar y no disfrutareis bien de todo. Si además vais con niños pequeños, os costará mucho captar su atención y su paciencia durante todo el recorrido.

Atomium: si tenéis pensado visitar también el Atomium, tened en cuenta que se venden entradas conjuntas Mini-Europe+Atomium. Miradlo bien antes de comprar nada.

Información útil

Toda la información sobre las tarifas, los horarios, descargables y actividades concretas la podéis encontrar en el siguiente enlace: https://www.minieurope.com/es/

Importante: los niños que miden menos de 1’20m tienen la entrada gratuita.

¿Cómo llegar?

Metro: fue lo que utilizamos nosotros para llegar a Mini-Europe y es una de las formas más sencillas de moverse por la ciudad. Sólo hay que tomar la línea 6 y bajar en la parada de Heysel.

Tranvía: hay que tomar la línea 51 y bajar en Heysel.

Bus: líneas 84 y 88 con parada final Heysel.

Coche: indicar en el GPS Avenue du Football 1 (Bruparck). El recinto cuenta con zona de aparcamiento por 6 €/día.

Realmente disfrutamos mucho de nuestra visita tal y como podéis ver en el vídeo que le dedicamos a nuestra experiencia y por eso os recomendamos que, si viajáis a Bélgica y pasáis por Bruselas, no faltéis a vuestra cita con Mini-Europe. ¡Ah! Y llevad papel y lápiz para apuntar vuestros próximos destinos.

¿Conocéis más parques como éste? Madurodam en la Haya tiene muy buenas críticas, ¿habéis estado?

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