Para cualquier fan de The Beatles, Liverpool es el punto cero. Una ciudad que respira y se mueve al ritmo de John, Paul, George y Ringo. Por eso, si vas de visita a la ciudad que los vio nacer, no dejes de visitar el Beatles Story.
Situado en Albert’s Dock nos encontramos con un museo dedicado a los Fab Four. Un recorrido cronológico que nos muestra la ascensión del grupo, desde sus inicios hasta su disolución.
La audio guía, en la voz de Julia (hermana de John Lennon), nos hace viajar en el tiempo invitándonos a recorrer cada uno de los momentos cumbre vividos por la banda. Desde el día en el que Paul conoce a The Quarry Men y en consecuencia a su líder, John, pasando por las modificaciones que fue sufriendo el nombre del grupo hasta llegar al definitivo The Beatles; la gira por Hamburgo; la vuelta a Liverpool; The Cavern; los primeros singles; La Beatlemanía; la llegada a Estados Unidos; sus películas, y un sinfín de momentos hasta su separación.
Encontraremos también un espacio dedicado de forma individual a cada miembro, sus proyectos personales y sus carreras en solitario.
Finalmente, el recorrido termina -como no podía ser de otra forma- en la tienda oficial donde podrás llevarte algún que otro recuerdo de lo más variado, dependiendo de tu presupuesto y tus ganas de gastar.
Información y reserva: www.beatlesstory.com
Opinión y consejos
Si te gustan The Beatles y conoces su historia, la visita no te aportará mucha más información de la que posiblemente ya tengas. Pero, el solo hecho de que sea un museo dedicado en exclusiva a la banda, que contenga una gran cantidad de material original, sumado a la gran ambientación y los detalles, hacen que la visita merezca la pena.
Para evitar colas innecesarias, nosotros compramos los tickets en la Web oficial, de esta forma entramos directamente, aunque es posible que no encuentres grandes aglomeraciones, dependiendo de la época del año.
El museo con niños
Cuando visitamos Liverpool, Alma tenía cinco meses y medio, es decir, que fue muy llevadera la visita al museo con ella: mucha mochila y no entretenernos demasiado en el recorrido. Hoy en día, con casi cuatro años, creemos que se le haría un poco pesado porque la visita dura cerca de dos horas; por no hablar de la tienda que podría ser un infierno lleno de “no toques” y “cuidado con eso”. De todas formas, Alma está muy familiarizada con The Beatles y estamos seguros de que disfrutaría del recorrido (a salto de mata, eso sí) pero, si vuestros niños no están familiarizados con el grupo y con su música y si, además, son niños a los que les cuesta permanecer en calma en lugares cerrados y restrictivos, quizá no sea buena idea llevarlos en este momento. Pero no os lamentéis, el museo seguirá ahí por mucho tiempo porque: The Beatles son eternos.