Hoy se termina 2018 y ha llegado la hora de hacer balance de lo que nos ha traído nuestro año viajero.
Durante el año, el trabajo y el colegio marcan el ritmo, los días nos arrasan y el tiempo vuela y, a menudo, podemos tener la sensación de no aprovechar bien los momentos pero, echando la vista atrás sobre este año que termina hoy, creo que ya podemos decir que hemos tenido un buen año lleno de experiencias y lugares nuevos que nos han llenado la maleta del recuerdo.
Valencia
Nuestro 2018 empezó con una escapada a Valencia. Hacía tiempo que queríamos pasar unos días en la Ciudad del Turia y por fin nos decidimos. Y fue una decisión acertada. Valencia es una ciudad muy agradable para pasear, tiene el encanto de una pequeña ciudad histórica que se ha convertido en una gran ciudad moderna, y la Ciudad de las Artes y las Ciencias es un imprescindible si tenéis criaturas, tengan la edad que tengan.
Además, de regreso a casa nos apeteció desviarnos en Peñíscola para visitar su famoso Castillo Templario que nos sorprendió con una visita guiada teatralizada que nos dejó a todos maravillados. A la peque le encantó tanto que estuvo mucho tiempo repitiendo algunas de las bromas que hacían los títeres de la representación que los actores nos hicieron durante la visita. Así que podemos decir que la decisión de último momento nos salió redonda.
Estambul
Esta fue una escapada diferente y es que, en esta ocasión, las mujeres de la familia nos quedamos en casa expectantes. El viaje a Estambul de Tomás tenía un fin estético aunque aprovechó para visitar durante unas horas el centro de esta ciudad imperial.
Núremberg
Las vacaciones de verano nos llevaron a Baviera y nos cundieron bastante. La primera ciudad que visitamos fue Núremberg/, una ciudad que parece salida de cualquier ilustración de las historias de los hermanos Grimm, un cuento en sí misma.
En Núremberg se respira Historia y es que esta ciudad ha sido protagonista en distintas etapas ya desde antes de la Edad Media. Sus calles, los puentes que cruzan el río, el Museo del Juguete y la infinidad de museos desperdigados por toda la ciudad, ésta es una ciudad interesante a cualquier edad.
Pero no todo iban a ser museos y buscar la foto perfecta. Relativamente cerca de Núremberg se encuentra el parque temático Playmobil FunPark y era una visita que teníamos programada desde el mismo momento en que decidimos nuestro destino veraniego. Y acertamos totalmente con la visita porque lo disfrutamos muchísimo los tres. No es un parque de atracciones, es más, podríamos decir que es un parque de columpios a lo grande pero está tan bien ambientado que te lleva a disfrutarlo tengas la edad que tengas.
Múnich
Nuestra segunda parada en Baviera fue Múnich. En esta ciudad se funden la historia y la modernidad en una sola cosa. Conserva el encanto del centro histórico más medieval sin olvidar el presente y el futuro con su ritmo frenético y consumista.
La pena es que nos llovió casi todo el tiempo que pasamos en la ciudad y además nos hizo un frío para el que no íbamos nada preparados, lo que hizo que no disfrutáramos de nuestra estancia tanto como podríamos haberlo hecho en otras circunstancias. Aún así, a nosotros nada nos detiene. Recorrimos la ciudad con nuestros paraguas y la espalda encogida de frío pero valió la pena descubrir sus rincones: el carillón del ayuntamiento en Marien Platz, la torre de la iglesia de San Pedro, el Englischer Garten y su famosa ola surfera en el río Eisbach, etcétera. Valió la pena el frío.
Igual que hicimos en Núremberg, no nos quedamos quietos en Múnich. Aprovechamos que Legoland Deutschland está relativamente cerca de la ciudad muniquesa y allá que nos fuimos. El día fue gris y amenazante pero, por suerte, no nos llovió y pudimos disfrutar a tope del parque sin hacer colas. Nos sorprendió muchísimo este fantástico parque y su minuciosa tematización, fue un día genial.
Sevilla
Terminamos de apurar nuestras vacaciones de verano en Sevilla. Sabíamos que sería una ciudad bella pero aun así nos sorprendió que fuera tan bonita. Además, tuvimos la suerte de colaborar con Musement y poder hacer una visita guiada exhaustiva por el centro histórico que hizo de nuestro paso por Sevilla una experiencia aún mejor.
Esta ciudad es bonita por donde la mires: Triana, la Macarena, la Plaza de España, la Catedral y la Giralda, el Real Alcázar, pasear por la orilla del Guadalquivir… No tiene desperdicio.
Pero la experiencia estrella de nuestro paso por Sevilla fue, sin duda, nuestra visita a Isla Mágica. Este parque temático ambientado en el “descubrimiento” de América, no deja indiferente a nadie. Magos, piratas, hechiceras, comerciantes y navegantes nos esperan en Isla Mágica donde la tematización es exquisita. Además, a diferencia de otros grandes parques de atracciones, Isla Mágica puede ser exprimido y disfrutado por casi todos los miembros de la familia. A nosotros nos enamoró y Alma pudo subir a casi todas las atracciones por lo que lo disfrutamos a tope.
Barcelona
En noviembre nos escapamos un fin de semana a Barcelona aprovechando que la tenemos “al lado” de casa. Precisamente porque la tenemos cerca y podemos volver a menudo, no hicimos el típico recorrido turístico sino que nos dedicamos a pasear y vivir la ciudad con calma.
Nuestro objetivo final era visitar el parque de atracciones del Tibidabo pero nos llovió con fuerza y tuvimos que suspender el plan y volver a casa. Quisimos ir el fin de semana siguiente pero empezamos a enfermar uno detrás de otro; así que terminamos el año y se nos sigue resistiendo este parque, por lo que lo ponemos el primero en nuestra lista de objetivos para 2019, qué remedio.
Oporto
Nuestro año termina en Oporto. Nosotros ya estuvimos en esta preciosa ciudad en 2011 y es una de nuestras favoritas, y ahora hemos vuelto con Alma.
Oporto está aún más bonita de lo que recordábamos y nos ha vuelto a enamorar, esta vez a los tres. Además, de nuevo de la mano de Musement, pudimos recorrer la ciudad con el bus turístico y navegar sobre el Douro, que son actividades que Alma siempre disfruta mucho, aunque justo el día en que subimos al barco nos llovió y no pudimos aprovecharlo demasiado.
También tuvimos la suerte de disfrutar de una visita guiada excepcional en el Museo Interactivo World of Discoveries (del que os hablaremos más adelante en el blog) que nos dejó con la boca abierta de principio a fin y que os recomendamos muchísimo.
En esta ocasión, aprovechamos para desplazarnos en tren hasta Aveiro, una ciudad de pescadores bonita por donde la mires. Eso sí, es preciosa pero compararla con Venecia es pasarse de frenada, ya que Venecia no tiene comparación.
Y, hasta aquí, el repaso de lo que hemos guardado en la maleta este 2018: siete ciudades, cuatro países, seis parques temáticos, muchos kilómetros, muchas experiencias, muchos recuerdos y muchas oportunidades para crecer como personas y como familia. No hay nada mejor que el tiempo que compartimos los tres juntos y si además descubrimos mundo pues muchísimo mejor. ¡A por un 2019 por lo menos tan productivo como este bonito 2018! ¿Nos acompañáis?