Las vacaciones de Navidad con todos sus compromisos familiares pueden resultar agotadoras y corremos el riesgo de volver al trabajo más cansados que antes de parar.
Por eso, decidimos empezar el año escapándonos un par de días a una ciudad que teníamos pendiente desde hacía mucho: Valencia.
Valencia nos queda relativamente cerca de casa, apenas dos horas y media en coche, pero no nos decidíamos porque la Peque odia viajar en coche. Pero, por fin, nos decidimos y valió la pena el riesgo.
Dos días no dan para mucho pero aprovechamos bastante bien nuestro tiempo. Visitamos el Museo de las Artes y las Ciencias donde pasamos una tarde muy entretenida. Paseamos por el centro histórico de la ciudad y los Jardines del Turia. Subimos a las Torres de Serranos desde donde disfrutamos de una panorámica de la ciudad impagable. Comimos en la Plaza de la Virgen y recorrimos la bulliciosa Plaza de la Reina. Paseamos hasta el Ayuntamiento, la imponente Estación del Norte y la Plaza de Toros y disfrutamos de los mercados navideños y, sobre todo, de la Feria de Navidad situada en el paseo marítimo.
Vaya, que exprimimos bien los días en la ciudad del Turia. Pero podéis verlo mejor en nuestro vídeo.