Benidorm es un destino que Tomás tenía entre ceja y ceja desde hacía tiempo pero, para decir verdad, nos frenaban las casi cuatro horas en coche que teníamos que hacer porque, como hemos dicho en muchas ocasiones, Alma detesta viajar en coche.
Pero, durante los días libres que tuvimos en Semana Santa, decidimos lanzarnos a la piscina y escaparnos un par de días a Benidorm y así, de paso, ver cómo aguantaba Alma la prueba de las cuatro horas en coche. Y, para nuestra sorpresa (los hijos nunca dejan de sorprendernos), la peque aguantó como una campeona. Así que, como podéis imaginar, ya estamos valorando destinos a distancias parecidas.
¿Qué os viene a la cabeza cuando os digo Benidorm y Costa Blanca? Estoy segura de que pensáis en: sol, calor y playa. Benidorm tiene, según la Wikipedia, una media de 42 días lluviosos al año, 3 de ellos en abril… Genial, ¿no? Pues nos tocaron todos esos días a nosotros.
Los que nos leéis desde España ya sabréis que esta Semana Santa ha estado pasada por agua en gran parte del país y, sobre todo, en gran parte del litoral mediterráneo. Así que os podéis imaginar un poco cómo fue nuestra escapada.
Por suerte, nos alojamos en Poseidon Resort un hotel magnífico que hizo de nuestra experiencia algo muy positivo lleno de buen descanso, entretenimiento, actividades para Alma y buena comida.
Nuestros tres días en Benidorm
Nos levantamos temprano el Jueves Santo y nos pusimos en camino: bocadillos, tablet, gps y a conducir. Durante el trayecto fuimos pasando algunos tramos lluviosos pero nada alarmante. Llegamos al hotel al mediodía, dejamos el coche en la puerta del hotel mientras bajábamos las maletas, hacíamos el check-in y nos daban la llave del parking.
Nos tocó una habitación espectacular, la Suite Almirante, que está situada en la última planta del edificio Palace y que está revestida con madera lo que le da un aspecto de camarote de barco, suponemos que de ahí el nombre de la suite. Nos quedamos alucinados con las vistas que teníamos en nuestra terraza desde donde dominábamos gran parte del sky-line de la ciudad. Una delicia.
Habíamos llegado al hotel justo a tiempo para la hora de la comida, así que no nos lo pensamos y nos fuimos de cabeza al restaurante. Había tanto para elegir, tan variado y tan rico que siempre nos quedábamos con ganas de probar algo más. Incluso Alma, que no es precisamente una comensal fácil de satisfacer.
Después de comer, decidimos acercarnos hasta el Paseo Marítimo y pasarnos por Visit Benidorm a que nos informaran sobre las mejores actividades para hacer en familia en la ciudad. Infortunadamente, la meteorología no nos permitió aprovechar esa información, aunque nos la guardamos para la próxima ocasión.
La tarde se torció enseguida y empezó a llover por lo que no pudimos pasear demasiado y tuvimos que volver al hotel. Pero no hay mal que por bien no venga y aprovechamos para pasar por el Mini-Club un ratito para que Alma se distrajera un poco y después nos calzamos los bañadores, las chanclas y el gorro de natación para meternos en la piscina climatizada. Cuando nos cansamos volvimos a la habitación, nos duchamos los tres, nos pusimos más guapos y bajamos al restaurante a ponernos tibios a cenar. Y, para bajar la cena, nos fuimos a ver el show musical de la noche, a bailar un poquito los tres. Vaya, que nos dio tiempo de hacer un montón de cosas.
El viernes teníamos previsto ir a pasar el día a Terra Mítica. Cuando nos levantamos no llovía, así que, después de prepararlo todo para pasar el día en el parque, bajamos a desayunar mucho (y bien) y nos pusimos en camino.
Nos estaba gustando tanto el parque que íbamos sacándole todo el jugo que podíamos a medida que lo íbamos descubriendo: espectáculos, atracciones, fotos… Por desgracia, el día se torció y nos tuvimos que volver al hotel como os contamos en nuestro vídeo sobre nuestra experiencia en Terra Mítica.
De nuevo, las actividades del hotel nos salvaron la tarde y mientras Alma hacía actividades y manualidades en el Mini-Club y bailaba con los monitores en la Mini-Disco, nosotros nos tomábamos algo en el mismo salón y pasábamos un ratito “en pareja”. Después a cenar rico, a ver el espectáculo de baile y a descansar. No nos aburrimos ni un poquito.
El sábado era nuestro último día en Benidorm y nuestra intención era dejar el hotel temprano y aprovechar el día para descubrir la ciudad antes de poner rumbo a casa por la tarde/noche. Pero, ya durante la noche y cuando nos levantamos aún más, la tormenta era tremenda y las rachas de viento eran casi lo peor porque ni con paraguas podíamos salir a la calle. Así que después de pensarlo bien, decidimos dejar el hotel a la hora habitual de salida y con mucho cuidado y precaución tomar la carretera de vuelta a casa y escapar de la tormenta que asolaba la zona. Y, de esta manera tan poco Pinterest, tuvimos que poner fin a nuestra escapada de Semana Santa.
Pero, como decimos, no hay mal que por bien no venga y el mal tiempo hizo que aprovecháramos al máximo las instalaciones del hotel y que, en lugar de volver más cansados a casa de tanto callejear, pudiéramos descansar. Y, además, ¡ahora tenemos la excusa perfecta para volver a escaparnos a Benidorm!
¿Recomendamos Poseidon Resort?
Este resort nos parece ideal para viajar en familia. Las instalaciones son modernas, completas y cuentan con todas las comodidades. Además, este hotel piensa en los niños y los monitores están todo el tiempo pendientes de ellos lo que es un punto a favor muy importante para los que viajamos en familia.
Cosas que nos han gustado
– Las habitaciones son espaciosas, están totalmente equipadas, tienen unas terrazas maravillosas y una capacidad de hasta cuatro personas.
– El restaurante es bufé con una parte de cocina en vivo, con la ventaja que tienen los bufés a la hora de ir con niños con los que no siempre es fácil acertarles un plato a la carta que les satisfaga.
– En verano, la zona de piscinas es apta para toda la familia y en invierno la piscina climatizada es una buena opción para pasar la tarde con los pequeños. Además, el hotel cuenta con un pequeño gimnasio y un jacuzzi.
– Algo muy importante hoy en día es que las instalaciones cuentan con un Wi-Fi de calidad.
– Si queréis llegar a Benidorm en tren, el hotel cuenta con un servicio gratuito de traslado desde la estación al hotel y desde el hotel a la estación. Y si preferís ir en coche, no olvidéis reservar vuestra plaza de parking mientras hacéis la reserva y olvidaos de tener que buscar aparcamiento.
– Y, posiblemente, una de las cosas más importantes: el personal. Todo el personal es muy amable y siempre están dispuestos a ayudar, desde recepción hasta el personal de planta, pasando por el personal de restauración y los animadores. Un gran punto a favor, sin duda.
– El hotel está situado en una zona privilegiada muy cerca del centro y a escasos metros del casco antiguo y el Paseo Marítimo. Tiene la ventaja de estar cerca de los puntos de interés y a la vez no está en medio del meollo por lo que es un hotel tranquilo.
Por eso, si tenéis previsto pasar unos días en Benidorm, echad un ojo a las ofertas de Poseidon Resort. Y si queréis ver un poco cómo es el hotel y cómo fue nuestra experiencia, no os perdáis nuestro vídeo.
Nota: agradecemos a Hoteles Poseidon su atento servicio y que hayan pensado en nosotros.